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Nuevo temblor causa más derrumbes en golpeada Amatrice

Un nuevo temblor de 4.3 grados en la escala abierta de Richter causó el jueves más derrumbes en Amatrice, una de las localidades afectadas por el terremoto de 6 grados que asoló el miércoles varios pueblos del centro de Italia.

Rescatistas emplean excavadoras y sus manos para encontrar a sobrevivientes. (Foto Prensa Libre: EFE).

Rescatistas emplean excavadoras y sus manos para encontrar a sobrevivientes. (Foto Prensa Libre: EFE).

El nuevo sismo se registró a las 14:36 horas locales (12:36 GMT), según el Instituto Italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV), y causó el derrumbe de la fachada de un edificio situado junto al parque de Amatrice, donde hay un alojamiento temporal para voluntarios que trabajan en tareas de rescate.

Otro de los edificios que presentan riesgo de derrumbe es la torre de la vecina iglesia de san Agustín.

El temblor causó la preocupación de los habitantes de Amatrice y se pudieron apreciar rostros inquietos entre las personas que se encontraban en la zona, muchas de ellas obligadas a abandonar sus casas por el terremoto del miércoles.

“No pasa nada, no pasa nada”, intentó tranquilizar una madre a su hija pequeña que salió corriendo al comenzar a notarse el nuevo movimiento sísmico.

El INGV comunicó que son más de 470 los temblores que se han producido desde el gran terremoto de la madrugada de ayer.

En concreto, la mayoría de estas réplicas se han situado entre los 3 y 4 grados, pero en la zona de Norcia se advirtió un nuevo temblor de 5,4 a las 04:33 horas locales (2:33 GMT).

A las 5:17 horas locales (3:17 GMT) se registró otra de 4,5 grados con epicentro en Accumoli, en la misma zona del terremoto que ha arrasado el centro de Italia.

Asciende a 250 los muertos

La cifra de víctimas tras el terremoto ocurrido el miércoles en Italia se elevó a 250, mientras que son 365 los heridos que permanecen hospitalizados, aunque el número de ambos podría aumentar en las próximas horas.

En conferencia de prensa, Immacolata Postiglione, directora del departamento de emergencias de la agencia de defensa civil italiana, elevó la cifra de muertes desde las 241 difundidas anteriormente. También subió el número de heridos, que pasó de 270 a 365. Muchas de las víctimas son niños.

En una entrevista con el canal SkyTG24, el director de la agencia de Protección Civil, Fabrizio Curcio, dijo que el número de víctimas del terremoto podría ser “peor que el de L'Aquila”, en alusión a la ciudad italiana que en 2009 sufrió un sismo que dejó más de 300 víctimas.

En un primer momento se confió en que las consecuencias de este sismo no fuesen tan graves, pero el primer ministro italiano, Matteo Renzi, ya advirtió durante una visita a las poblaciones afectadas de que habría más muertos.

Protección Civil dijo que 6.000 rescatistas se encuentran en el área afectada. También pidió a la población dejar de enviar ropa y comida, al considerar que ya hay suficientes provisiones. También previno de viajar hacia el área ya sea como turistas o voluntarios, debido a la numerosa cantidad de personas presente en la zona.

“Entiendo la solidaridad y el entusiasmo de la gente, pero hay demasiada gente en Amatrice, necesitamos tranquilidad”, dijo.

Los remotos pueblos en la cima de las colinas que conforman el área afectada son un típico destino de vacaciones para ex residentes que regresan a visitar a sus abuelos y otros parientes, o habitantes de la ciudad que se toman un descanso en medio del verano.

Durante la noche los servicios de rescate rastrearon los lugares afectados con ayuda de perros y linternas y localizaron decenas de cuerpos sin vida.

El prefecto de bomberos Bruno Frattasi dijo que 215 personas fueron rescatadas vivas de entre los escombros.
Es el caso de Accomuli, Illica, Arquata del Tronto o Pescara del Tronto, que presentan un paisaje igualmente desolador, con casas reducidas a escombros, y calles polvorientas y enmudecidas.


Técnicos del cuerpo de bomberos recorren las avenidas de Accumoli y fotografían sus dañadas viviendas de piedra. Durante el recorrido se percibe un silencio triste, roto en ocasiones por el sonido de algunos teléfonos móviles proveniente del interior de algunas casas.

Más de mil 200 habitantes de la zona afectada del centro de Italia tuvieron que abandonar sus viviendas por seguridad ya que los desplomes continúan y pasar la noche en campamentos para damnificados.

Noche de temblores

Han pasado una noche de temblores, en la que la tierra no ha dado tregua y se registraron hasta 300 réplicas de distintas magnitudes.

Con la salida del sol, se instauró una cierta calma tras una noche de aciagos pensamientos, que muchos han pasado en vela pensando en la tragedia que acaban de vivir.

Alessio Filodei, que residía en Pescara del Tronto, reconoce a Efe haber sentido “un gran miedo”  en la madrugada del miércoles, cuando todo tembló.

Instalado en el campamento de Arquata, reconoce que ni siquiera sabe cuál es el estado de su casa, aunque sospecha que “no habrá quedado mucho de ella” .

Ante esta situación, asegura haber dormido “muy poco”  porque “el miedo aún es muy grande” .

También ha pernoctado en este campamento Cristina, quien cubierta con una manta dice que su prioridad ahora es hallar a su hermana, que vivía en Amatrice y de la que aún no tiene noticias.

Su noche ha transcurrido con intervalos de sueño en los que confluían “pensamientos cruzados”  sobre esta situación vivida.

Paseo truncado

A Francesco Morelli, de 17 años, que veraneaba en Pescara del Tronto, el terremoto le truncó el paseo con un grupo de amigos, de los cuales tres de unos 14 años perecieron entre los cascotes.

El joven, ahora en un campamento para desplazados en Arquata del Tronto, recuerda a Efe sobre la noche del desastre: “estaba paseando con un grupo de amigos cuando, de repente, se produjo un estruendo y nos encontramos rodeados de polvo y bajo un pánico total” .

Una vez que el polvo se disipó, se percató de que tres de sus amigos, “más pequeños, de 14 años”  y que de habían quedado más atrás durante el paseo yacían muertos bajo grandes cascotes.

“Cuando el polvo desapareció vi gente corriendo por todas partes y mis tres amigos muertos” , cuenta Morelli.

Al igual que el resto de personas, su primera noche en el campamento ha estado salpicada de visiones y pesadillas.

En el campamento de Accomuli el ambiente es más tenso y la actividad mas frenética, sobre todo por la necesidad de habilitar la zona y de preparar la comida para sus centenar de residentes: hoy toca pasta con panceta y guisantes y de segundo “lo que haya” , según relata la cocinera.

Se rehúsan hablar

Los vecinos realojados en ese lugar, que hasta hace dos días era un parque infantil, rehúsan hablar con los medios y se quejan de las fotografías que los periodistas les hacen.

Una trabajadora de Protección Civil recomienda no hacer demasiadas preguntas dado el cansancio de la gente y, aunque tienen mucho trabajo, agradece el sol que hoy brilla en el lugar tras una noche fría.

El trabajo sigue siendo extenuante en la zona y entre las labores figura la de reparar las vías de comunicación, dañadas por el seísmo, con una hondonada que presenta ahora un desnivel de quince centímetros.

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