Internacional

Tres asaltantes y 2 civiles muertos en ataque a canal de televisión afgano

Tres miembros de un grupo que asaltó hoy la sede de la Radio Televisión Nacional de Afganistán (RTA) en Jalalabad, capital de la provincia oriental de Nangarhar, fueron abatidos por las fuerzas afganas mientras que otro civil falleció lo que eleva a al menos cinco el número de muertos.

Un soldado acordona una zona tras un ataque en la localidad afgana de Jalalabad. (Foto Prensa Libre: EFE)

Un soldado acordona una zona tras un ataque en la localidad afgana de Jalalabad. (Foto Prensa Libre: EFE)

El portavoz de la Policía de Nangarhar, Hazrat Hussain Mashriqiwal, informó a Efe de que “hasta ahora tres atacantes” de un número aún no confirmado han sido abatidos por las fuerzas de seguridad en el interior de las instalaciones del canal.
“Las fuerzas de seguridad están buscando cuidadosamente en el edificio, no sabemos si todavía hay otros atacantes con vida o estos tres eran todos”, indicó.

Por su parte, el director de Salud Pública de Nangarhar, Najibullah Kamawal, señaló a Efe que hasta el momento han recibido a dos personas muertas y 17 heridas en el hospital provincial.

“Los heridos están fuera de peligro, siete de ellos han recibido ya el alta tras recibir primeros auxilios”, dijo. De acuerdo con Attaullah Khogyanai, el portavoz del gobernador de Nangarhar, “un número indeterminado de atacantes” comenzó el asalto a la sede provincial de la RTA alrededor de las 10.00, hora local (5.30 GMT), donde se registraron al menos “tres explosiones”.

La RTA anunció que hombres armados habían atacado su sede en Jalalabad, pero no ha dado más información sobre lo sucedido hasta el momento.

Un trabajador del canal que pidió no ser identificado explicó a Efe telefónicamente que varios atacantes suicidas cargados con explosivos entraron en las instalaciones del canal, donde comenzaron un “violento” intercambio de disparos. Ningún grupo insurgente ha reivindicado todavía la autoría del ataque.

El portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid indicó a Efe que ese grupo no tiene “nada que ver” con el ataque.
La provincia de Nangarhar, fronteriza con Pakistán, es una de las más convulsas de Afganistán y bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el país asiático, además de tener una importante presencia de los talibanes.

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015 los insurgentes han ido ganando terreno en diversas partes de Afganistán y en la actualidad controla, tiene influencia o se disputa con el Gobierno al menos el 43 % del territorio, según datos de Washington.

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