Internacional

Baño helado en Bulgaria para salvar la cruz y asegurar salud de hierro

Hace frío este domingo en Kalofer, en el centro de Bulgaria. Unos 10 grados bajo cero. Pero aunque el agua del río Tundza está a punto de congelarse, los solteros del pueblo se reúnen para lanzarse a ella y rescatar la cruz, en una ceremonia que se celebra desde hace siglos en el país cada 6 de enero.

KALOFER.-  Esta tradición del cristianismo ortodoxo búlgaro conmemora el Día del Jordán, cuando, según la Biblia, San Juan el Bautista bautizó a Jesucristo en ese río.

La fiesta, en la que se visten trajes folclóricos, se baila en el agua y se cantan canciones de hace dos siglos, ha trascendido incluso el ámbito religioso y es hoy día un fenómeno turístico.

Hasta unos  cinco mil visitantes se esperaban hoy en el pueblo, relató el alcalde, Rumen Stoyanov, antes de iniciarse una ceremonia en la que se unen la devoción, la fiesta y la superstición.

Los preparativos de este gélido baile comienzan ya la noche antes.

Los salvadores de la cruz se reúnen en grupos en lugares secretos, en un remedo de la Última Cena, donde realizan ejercicios de calentamiento, tanto por fuera como por dentro, gracias al vino rojo y al aguardiente caliente que, según el alcalde, les llena de coraje para entrar en el agua fría.