Este fabricante se inspiró en los trabajos de científicos japoneses, quienes demostraron que el geraniol, uno de los componentes del aceite esencial de las rosas, no era descompuesto por la digestión y era expulsado por la piel.
No se trata de una idea nueva, pero la empresa Alpi es la única que la explota, después de la fabricación de un chicle japonés basado en el mismo principio, pero que jamás tuvo éxito.
En 2011, la pequeña fábrica de Asenovgrado (sur de Bulgaria) comenzó a producir sus primeros caramelos perfumados con aceite de rosa, una esencia que Bulgaria produce en grandes cantidades.
Una periodista de AFP tragó varios caramelos. El resultado fue un olor agradable, pero no se pudo determinar con certeza si emanaba de su piel, o de su aliento.