“La gente se llevó sopa a su casa, para sus niños y sus familiares, por eso hay tantas víctimas”, precisó a la Soeung Phea, un responsable de la policía local.
Entre las víctimas hay siete mujeres embarazadas, una de las cuales tuvo que sufrir una cesárea por su estado de debilidad.
La mayoría de las víctimas seguían hospitalizadas este martes en esta región de Camboya, uno de los países más pobres del mundo.