Guatemala

“Carga se pierde por cobro”

Un probable desabastecimiento y encarecimiento de los productos nacionales que se venden a Centroamérica, y viceversa, sería el resultado de mantenerse el bloqueo comercial en las fronteras entre Guatemala y El Salvador por el cobro de US$18 que el vecino país impuso desde el lunes pasado por revisión con rayos X de las mercancías.

Los periodistas Byron Dardón y Eddy Coronado conversan con Lucía Soto, de Cutrigua, y Adán Aquino, de transportes Los Andes.

Los periodistas Byron Dardón y Eddy Coronado conversan con Lucía Soto, de Cutrigua, y Adán Aquino, de transportes Los Andes.

Los transportistas de carga internacional advierten de que no desistirán del rechazo a ese cobro, y que las medidas de hecho se mantendrán hasta que el Gobierno de El Salvador retire el impuesto.

Lucía Soto, directora ejecutiva del Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala (Cutrigua), y Adán Aquino, gerente general de Grupo Logístico Los Andes, hablaron del tema durante en Diálogo Libre, que se transmite por www.prensalibre.com.

¿Se justifica el cobro?

Aquino: Como sector, consideramos que es una medida antojadiza, ya que va contra la unión centroamericana.

El Gobierno de El Salvador disfraza ese cobro de una tasa de servicio, pero en realidad es un impuesto solapado que constituye un peaje por usar su territorio en tránsito internacional, lo cual es violatorio de la normativa centroamericana.

¿Cuál es la situación actual respecto de los bloqueos?

Aquino: Es importante aclarar que no es el sector transporte el que bloquea las aduanas fronterizas, eso es una consecuencia de las medidas unilaterales que el Gobierno salvadoreño puso en vigor.

El sector transporte no quiere ser cómplice de un delito, por lo que ha decidido que no se hará ninguna internación de carga ni de medios de transporte en El Salvador, o en tránsito internacional a los demás países.

Todos los países son soberanos para utilizar un método de inspección, pero que de ninguna manera encarezcan los costos más allá de los reales.

Además, El Salvador no tiene infraestructura apropiada para hacer un cobro ágil.

¿Cuál es el impacto de ese cobro?

Aquino: Impacta en el costo de los productos que llegan a la canasta básica familiar.

Otro impacto es para los pequeños empresarios que consiguieron hacer una venta internacional, y que por ese tipo de situaciones les resulta más caro el traslado que el costo de fabricación.

En el caso del sector transporte, las consecuencias son dramáticas, porque las flotas se paran en las fronteras y se agudiza cuando se quedan en los predios, ya que no se pueden desplazar a otro destino debido a que tampoco hay rutas fiscales alternas habilitadas por la SAT.

¿Qué cantidad de comercio pasa por las aduanas con El Salvador?

Aquino: De acuerdo con las estadísticas, por la frontera Pedro de Alvarado y La Hachadura pasa del 60% al 70% del comercio centroamericano.

¿Cuál es la principal queja de los usuarios del transporte de carga?

Soto: La queja se centra en que el cobro se hace por declaración, y no por transporte.

Esto causa distorsión, ya que son US$18 que hay que aumentar al costo del transporte y que no solo se paga un día o en una sola ocasión. El comercio se mueve día con día.

No hay que olvidar que hay productos perecederos, y que probablemente el comprador los va a rechazar.

¿Cuánto cuesta un día de paro en la frontera?

Soto: Son más de US$2 mil millones anuales lo que se mueven a Centroamérica desde Guatemala. Esto significa unos US$25 mil diarios.

¿Qué pide el gremio transportista para solucionar esa situación?

Lo que plantea el sector de transporte organizado de Centroamérica es la suspensión inmediata y que se derogue la disposición por parte de El Salvador, con el ánimo de despejar los pasos fronterizos, mientras se dialoga para establecer un mecanismo que permita que ese impacto no sea tan fuerte.

Lo que pedimos a las autoridades de aduanas de Guatemala es que se liberalice el tránsito internacional de tal manera que las mercancías se puedan desplazar por rutas alternas, en este caso por las fronteras hondureñas.

¿Por qué los problemas con El Salvador son repetitivos?

Aquino: Es sintomático que un gobierno por salir imponga un cobro como este, y queremos pensar que es un error. Este error es de incumbencia del Consejo de Ministros de Economía de Centroamérica, por lo que pedimos que se active el mecanismo de solución de controversias, para que no se siga dañando el comercio intrarregional. Sin embargo, esto va para largo, por lo que decidimos colaborar no pagando.

¿Cuál podría ser una solución definitiva?

Soto: Como usuarios, no estamos de acuerdo con las medidas de hecho, ya que impactan al comercio y lo que queremos es que nuestra mercancía llegue al lugar necesario. A lo que nos toca apelar es a que el Gobierno sea la instancia por la que El Salvador cambie su decisión.

Otro recurso es pedir a las cámaras que ejerzan presión.

No se trata de crear un observatorio burócrata, debe ser algo práctico que permita prevenir este tipo de inconvenientes.

¿Cuál es el riesgo de seguir con los bloqueos?

Aquino: Lo que se dará es desabastecimiento de productos que van al resto de países, y viceversa. ¿Las hortalizas por dónde van a pasar?

Soto: La carga en espera reduce su tiempo en anaquel, ya que hay productos que con seguridad se perderán y al final a quien se afecta es al consumidor debido al costo, o el producto no llegará con la misma calidad.