Guatemala

Car wash servía de fachada a red

Después de muchos meses de investigación, un grupo de fiscales de Villa Nueva descubrió una intrincada operación para robar furgones dirigida por el dueño de un car wash.

Marleny Barrios, Juan Carlos Godínez y otro integrante de la presunta banda de robafurgones, el día en que fueron detenidos en Villa Nueva.

Marleny Barrios, Juan Carlos Godínez y otro integrante de la presunta banda de robafurgones, el día en que fueron detenidos en Villa Nueva.

El único negocio a nombre de Juan Carlos Godínez Barahona, alias Juanelo, que los fiscales encontraron fue un servicio de lavado de carros que carece de máquinas y que se encuentra en una zona marginal de Villa Nueva. Sin embargo, se calcula que su propietario, de 38 años, manejó en sus cuentas unos Q10 millones.

Los fiscales que asistieron ayer a la audiencia de ofrecimiento de prueba, la cual finalmente fue suspendida en el juzgado a cargo de Miguel Ángel Gálvez, sostienen que al menos otros dos integrantes de la red tenían cuentas por Q6 millones.

Abogado y cliente

Por azar, en enero del 2013, cuando la Policía detuvo a Godínez Barahona, se percató de que este tenía una orden de captura emanada del Juzgado Primero de Instancia Penal de Alto Riesgo.

Cuando el capturado llamó a su abogado las autoridades se dieron cuenta de que este también tenía orden de detención girada por el mismo juzgado.

Godínez Barahona es señalado por la Fiscalía de liderar una estructura de unas 30 personas, capaz de descargar un furgón completo en menos de 30 minutos.

Producto seleccionado

Pero no se trataba de cualquier furgón. La mercadería seleccionada eran, por ejemplo, repuestos para tractores, fertilizantes, refrigeradores valorados en unos US$400 mil y, en una ocasión, un contenedor con toallas sanitarias por US$50 mil.

Entre los procesados se cuentan pilotos, agentes de seguridad —vigilaban en las carreteras—, descargadores, subarrendatarios de las bodegas en donde la mercadería era almacenada y “compradores”.

Los camiones difícilmente eran detectados. El automotor que sería robado en la carretera era seguido por un segundo camión —que no tenía reporte de robo—.

El camión original era sustituido por el de la banda, que enganchaba el furgón robado. Ninguna señal anómala de GPS era detectada en las pantallas de monitoreo de las policías privadas.

Luego la mercadería era descargada y transportada a bodegas de las zonas 4, 8 y 12 de la capital, las cuales eran subarrendadas por testaferros.

Los fiscales no pueden cuantificar con exactitud el monto de la mercadería robada durante un año, desde que empezaron la investigación.

OPERATIVO DE DESPOJO

Cómo actuaba la estructura

Un guardia de seguridad  alertaba del contenido y hora de salida del camión que sería asaltado.

En la carretera, un integrante de la banda delincuencial indicaba a los otros cuál era el furgón elegido.

El vehículo original era sustituido por uno de la banda que no tenía reporte de robo, el cual se llevaba el furgón.

Las pantallas de monitoreo  de las empresas de seguridad no detectaban anomalías hasta que el robo era reportado.

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