El Tribunal B de Femicidio le impuso a Robles Aguilar 35 años de cárcel, y a Melgar Herrera, 30, con base en la declaración de un testigo protegido que dijo conocerlos años atrás.

El 13 de agosto del 2012, las cámaras del Transurbano captaron cómo varios sujetos llegaron al frente de la tienda de la víctima, en la zona 18 y le ofrecieron un teléfono por medio del cual la iban a extorsionar, pero debido a que se negó a recibirlo la mataron.

Según los informes de la necropsia, una de las balas atravesóórganos vitales como el corazón, el diafragma y el hígado.

El testigo protegido, que pudo haber presenciado el hecho a unos 10 metros, dijo en su declaración que vio a Robles Aguilar percutir el arma, mientras Melgar Herrera y su hermano menor hacían de “banderas” para alertarlo de la presencia de la Policía, razonó el Tribunal al emitir la condena.

La presidenta del Tribunal, Alba Albizuris, dijo que los victimarios “fueron identificados plenamente” por medio de las cámaras del Transurbano.

No obstante, hace menos de dos semanas el técnico de la Policía que analizó los videos e hizo los fotogramas declaró en la audiencia que no contaban con un programa especial para hacer acercamientos. Respondió a la Fiscalía que no podía asegurar que los acusados, a quienes tenía frente a él, fueran los criminales. Aseveró que los atacantes de Calguá tendrían en ese entonces entre 16 y 18 años.

Apelará fallo

En otro juicio celebrado anteriormente, el hermano de Melgar Herrera, un menor de edad capturado por el mismo hecho, fue absuelto.

Audel Herrera, abogado defensor, dijo que apelarán el fallo del Tribunal.

La esposa de Robles Aguilar, de 24 años, rompió en llanto al escuchar el veredicto.

Afuera del Tribunal la torrencial lluvia le impidió a la madre de Melgar Herrera acercarse al camión de Presidios para despedirse. Con entereza, sin aspavientos, vio en dirección a “la perrera” —así le llaman al transporte de los reos—, con la esperanza de divisarlo.

“Del tribunal de Dios nadie nos vamos a escapar”, expresó en el corredor desierto y silencioso del juzgado.