Guatemala

Juanito, el policía más pequeño de Guatemala, rompe sus propias barreras

Perseverante, sin complejos, sin temor a dar su vida por su familia y con gran talento para la enseñanza, Juan Francisco Camey Guerra, más conocido como el "Oficial Juanito", es el agente más pequeño que tiene la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala.

GUATEMALA – A punto de cumplir los 20 años de servicio, este agente, que según sus compañeros mide 70 centímetros de alto -aunque él asegura que son 1.10 metros-, se ha sobrepuesto a su estatura y ha conseguido, con esmero, escalar posiciones en la institución.

Durante una entrevista con Acan-Efe, Camey, originario de San Martín Jilotepeque, del departamento central de Chimaltenango, narró sus anécdotas y cómo la vida ahora le sonríe.

La necesidad de buscar la superación de su familia lo obligó a dejar un puesto en una zapatería en su tierra natal, donde devengaba Q50  (us$6.45) al mes, y por recomendación de un comisario viajó a la capital e ingresó a la extinta Policía Nacional  (PN) allá por el 16 de agosto de 1989.

En esa fecha su sueldo era de Q175 (US$22.60) mensuales, recuerda.

“Mi oficial Juanito”  como le dicen sus compañeros, ha logrado romper todas las barreras, ha pasado por una serie de puestos de mando e incluso fue instructor de la Academia de la PNC.

Asegura que en la PN no tuvo problemas por su estatura -1.60 metros es el mínimo reglamentario- porque necesitaban gente para trabajar. Sin embargo, fue hasta en la PNC, creada tras los Acuerdos de Paz de 1996, donde le gastaron bromas.

“Yo le demuestro a la gente que querer es poder y no importa el tamaño que se tenga” , dice con voz firme Camey, casado con una mujer de estatura normal y padre de dos hijos.

Bachiller en ciencias y letras, profesor de enseñanza media, con estudios de licenciatura en teología y también pastor de una iglesia evangélica en el municipio de San José del Golfo, al noreste de la capital, este diminuto agente recuerda que en la PN inició como dibujante de croquis de los operativos en Chimaltenango.

Al disolverse la institución policiaca en 1996, se sobrepuso al cambio y pasó a la PNC, en la que es la “muestra más grande del respeto a los derechos humanos en la institución”, según un oficial consultado.

 “Al inicio hubo discriminación porque siempre me decían que era muy pequeño. Me dejaban en la oficina y sacaban a los compañeros a la calle, pero fui agarrando forma y me capacité en todos los ámbitos policiales” , refiere.

Camey explica que, antes de ser oficial, pasó por secretaría, sección de investigaciones, planificación, logística y hasta trabajó de relacionista público, lo que le valió para enriquecer aún más sus conocimientos.

Cuando salía en misiones a la calle su tamaño no era ningún impedimento para enfrentarse a los delincuentes. “Los registraba” , sostiene, y agrega que hizo “muchas capturas”.

Con una pistola 9 milímetros al cinto, el agente recuerda que cuando estuvo de servicio en Chimaltenango, en sus inicios como policía, le dispararon a la patrulla durante un recorrido y allí su estatura le salvó la vida, porque los tiros pasaron sobre su cabeza.

“Al poco tiempo supe que al que querían matar era a otro agente que anduvo en la patrulla y causó risas porque yo estaba vivo”, expresa.

En la actualidad Camey se desempeña en un puesto administrativo en el régimen disciplinario y corrección hacia sus compañeros y maneja algunas finanzas de la Policía.

A cumplir en agosto próximo los 20 años de servicio, piensa jubilarse y dedicarse a pastorear su iglesia en San José del Golfo, porque “el Señor me mandó a trabajar allí para dirigir a unos siervos”.

Hace cuatro años participó en el programa “Don Francisco Presenta”  en la cadena hispana Univisión junto a otras siete personas de baja estatura que eran actores y demostró, con pruebas, que dirigía operativos y registraba a delincuentes.

Camey dice que Don Francisco lo felicitó por su valor, porque nadie ofrece la vida por otro, pero “si a mi me toca defender a otra persona y más a mi familia, voy a hacerlo” , reconoce.

Cuando fue instructor en la Academia de la PNC, según señala, les habló “con la verdad”  a sus alumnos, a los que les enseñó toda la metodología policial porque en la calle “no van a recibir flores ni chocolates”.

Aunque según sus compañeros “Juanito”  es un tanto reacio para los regalos, recientemente donó su pequeño uniforme a la Sala-Museo en el que la Policía documenta su historia y también posó con la “Filomena” , una carabina de más de dos metros de altura donada por España a la Policía.