Alerta educativa

|

La cobertura en el nivel primario descendió de 92.81 a 85.42 del 2011 al 2013″. Según el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), “2.6 millones de niños y adolescentes estuvieron fuera del sistema educativo en el 2014”.

La poca atención que se le presta se evidencia en muchos ejemplos de la actualidad. El congreso citó a la ministra de Educación a una interpelación, quien debía  estar atenta en el edificio del Parlamento para el momento en que se les ocurriera llamarle. Desde  marzo hasta noviembre acudió a lo que llamó su “prisión preventiva”, tiempo en el que obviamente descuidó labores administrativas y estratégicas de su cartera; ella explicó que esto provocó una inversión de Q3.4 millones. Es una irresponsabilidad de los diputados tener retenida en el Congreso a la ministra de uno de los ministerios más importantes para el país durante todo ese tiempo y desperdiciando todos esos recursos.

Otro problema es la rigidez de los calendarios y horarios de clases, sin tomar en cuenta las particularidades de las distintas regiones del país. En algunas áreas del altiplano, del norte y oriente, que proveen mano de obra durante la cosecha a cultivos como el café y la caña de azúcar, debe adaptarse el calendario a las necesidades reales. Es conveniente organizar horarios para casos muy particulares de niños y adolescentes que no puedan asistir en los horarios regulares.

En los últimos cuatro gobiernos se ha prestado más atención a las directrices del dirigente sindical Joviel Acevedo que a las propias autoridades educativas. Los y las ministras en turno se han doblegado a los intereses de este dirigente, quien prácticamente ha llevado la agenda estratégica del ministerio. Las huelgas y amenazas de huelgas han sido la constante que mantiene en zozobra la planificación de las actividades educativas, llegándose incluso a clausurar ciclos educativos por decreto.

El presupuesto del Ministerio de Educación para el 2015 será de Q12 mil 295 millones, lo que representa un 17.4% del presupuesto total de la Nación, y un 2.5% del producto interno bruto (PIB), según las proyecciones del Banco de Guatemala para el 2015. Esto coloca a nuestro país entre las naciones que menos invierten en educación a escala mundial.

Si el Gobierno en realidad quiere impactar en el desarrollo de este país, debe prestar atención a sus problemas educativos y tomar con seriedad la agenda estratégica educativa. Aunque no se crea,  el año electoral es propicio para impactar en este sector.

samreygo@yahoo.com

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.