De la quema saldrán millones

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Sin embargo, posteriormente, Menchú rectifica e indica que el monto del resarcimiento requerido es por Q2 millones 804 mil 620.80, por la muerte de su papá.  La representación de la víctima María Lucrecia Fernández de Anleu solicita 54 millones de quetzales por daños cometidos. Y por su parte, Sergio Vi, hijo de Gaspar Vi, víctima del incendio, pide Q3 millones 328 mil 929.62 de resarcimiento”.

“Por otro lado, uno de los querellantes presentó ante los jueces la petición para que el presidente de la República, Otto Pérez Molina, pida perdón de forma pública a los familiares de las víctimas, pues según el argumento de los abogados querellantes, por ser la máxima autoridad del Estado le corresponde la responsabilidad de realizar dicha acción”.

“Además se solicitó que el Ministerio de Cultura y Deportes reproduzca un documental de 60 minutos de duración en el que se den a conocer los hechos ocurridos el día de la tragedia y se narre lo acontecido en el juicio en contra del único procesado, García Arredondo”.

Juicios políticos con intereses dinerarios, premios, prebendas, luces y tarimas en los foros internacionales que sirven de tambores de resonancia a estos grupos ideológicamente definidos.  Pero la verdad de los hechos sigue siendo una, no una versión multicolor y diversa:  

Un grupo “pacífico” de campesinos y estudiantes (…)  armado con bombas molotov, machetes y armas, que presuntamente solo buscaban dialogar para protestar por las matanzas del Ejército”, irrumpe violentamente y toma una embajada por la fuerza, secuestran a empleados e invitados de altísimo perfil académico y político —que por “pura casualidad se les había convocado a la misma hora—. Surge un forcejeo. El recinto se incendia, el embajador se salva, uno sobrevive y todos los demás perecen carbonizados.

34 años después —y como resultado  de una estrategia a nivel nacional e internacional—  para activar estos casos dormidos en el letargo histórico, se accionan  los juicios para lograr esas condenas y el efecto dominó que estas conllevan.

Los jueces dieron un veredicto basado en supuestos a la medida de los requerimientos de sus empujadores. Un supuesto matón, tercero en la línea jerárquica, es el “paganini” de la conspiración.

Los jueces responsabilizan a Arredondo y argumentan haber probado que el incendio no se originó como resultado de un plan de inmolación de los campesinos que ingresaron en la sede diplomática, ni por una manipulación accidental de las bombas molotov que llevaban.

Ahora viene la justicia de los millones, dulce sabor de victoria monetaria. Un peldaño más para proseguir con el juicio de los militares, el premio mayor del genocirco.

alfredkalt@gmail

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.