Se le atribuye, por añadidura, la  representación de asociaciones profesionales, cuya  opinión es influyente en  el mundo de la política estadounidense, y se dice  también de esa organización  que es uno de los más grandes grupos de  cabildeo en su país.

Los medios de comunicación social nacionales e internacionales difundieron inmediatamente una declaración del secretario general de las Naciones Unidas en la cual elogia el acuerdo entre los dos países. Esto significa que cerca de 200 Estados aplauden el acuerdo cubano-americano que pone fin a un enfrentamiento de medio siglo de duración.

La actitud del secretario general de la ONU es obvia, habida cuenta de que la asamblea general de la organización mundial votó 23 veces, durante igual número de años,  porque el embargo contra Cuba fuese levantado. La última vez ocurrió el 28 de octubre de este año; 188 delegados votaron en el mismo sentido, pidiendo el levantamiento del embargo. Los  Estados Unidos contaron esta vez únicamente con  el apoyo de una  delegación.

Al mismo tiempo, numerosos gobiernos, de todos los continentes, emitieron declaraciones separadas felicitando a Estados Unidos y a Cuba.

Y ¿qué opina el pueblo de los Estados Unidos?   A nivel nacional el 40 % de consultados aprueba la decisión del presidente Obama; el 19 %  no.

Pero, en La Florida, los sondeos de opinión ahondan la diferencia: el 47 % de los estadounidenses aprueba la decisión del presidente Obama y solo un 19.6  % la impugna.     

Lo  interesante de esos últimos resultados es que se han producido en un estado cuyos tres representantes republicanos en el Senado son los más virulentos opositores a la reanudación de relaciones diplomáticas y anuncian que harán todo lo posible por evitar que el embargo comercial contra Cuba sea levantado, no importa si el 99 % de los estadounidenses lo demandan; que impedirán la erogación de fondos para la instalación de la embajada de los Estados Unidos en La Habana y que no aprobarán el nombramiento del embajador que designe el presidente Obama, sea quien fuere.

Sin embargo, a esos tres senadores, todos de origen cubano, uno de los cuales es potencialmente candidato a presidente de los Estados Unidos, no todo les está saliendo bien porque,  casi al mismo tiempo, otro importante político republicano, el senador Rand Paul, aspirante también a la Presidencia, opina en forma totalmente opuesta. Se declara sin reservas favorable a la reanudación de relaciones diplomáticas y partidario de que el embargo comercial sea levantado lo antes posible. Opina que esa medida coercitiva simplemente no ha funcionado y castiga a la gente más que al régimen cubano. Y hay todavía más: John Kerry  ha dicho que quiere ser el primer vicepresidente de los Estados Unidos en visitar Cuba.

Pues,  digo yo, encontrará a uno de los pueblos más acogedores del mundo, alegre, trabajador, con una extraordinaria capacidad de resistencia a la adversidad, que ha hecho bailar a millones de personas con su música popular  y ha deleitado a los latinoamericanos aficionados al deporte, cosechando medallas de oro por montones. Un  pueblo que a pesar del embargo comercial y económico, se encuentra entre los pocos pueblos latinoamericanos que están cumpliendo en tiempo y forma los objetivos del milenio, según informes de las Naciones Unidas.

¡Buen viaje, señor Kerry!