Jolom konob’

Kajkoj Máximo Ba Tiul

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Lo interesante es que, en nuestro país, comenzaron a ver micos aparejados, quienes por mucho tiempo también han utilizado la libertad de prensa para satirizar, ridiculizar y discriminar a quienes son diferentes, solo porque también están defendiendo sus territorios y sus tierras y porque tienen claridad de que siempre fue de ellos, solo que se los quitaron y luego se los negaron.

Como decía mi abuelita, Dios los cría y el diablo los junta. Me refiero a la reunión de columnistas y periodistas de los medios de comunicación del país, de todos los colores, quienes sintieron miedo, no solo porque dizque un partido político los está persiguiendo, sino porque utilizaron la masacre en Francia como un atentado a la libertad de prensa y porque temen por sus vidas.

A todos ellos se les olvida que la libertad de prensa, si bien es cierto que es un derecho humano, no debe confundirse con libertinaje de prensa o de expresión. Esta es la garantía que nos permite que todos los seres humanos nos organicemos para decir lo que pensamos y lo que sentimos, pero sin destruir a ningún ser humano y que además permite que todos expresemos nuestras ideas con total libertad y sin censura, fundamentado, incluso, de nuestras identidades y cosmovisiones.

Por eso, libertad de prensa no significa tratar de terroristas o ladrones a quienes se oponen al modelo de desarrollo. No significa tratar de feos a los indios, solo porque no logro entenderlos. Tampoco quiere decir que podamos hablar de alguien con palabras vulgares desde algún micrófono de radio o de televisión. Libertad de prensa no significa tratar de populistas a todos aquellos que han optado por los pobres. Tampoco es cuando se trata de cabezas huecas a quienes no piensan como nosotros. O pensar que porque yo me considero de sangre azul o porque vengo del otro lado del gran lago tengo derecho de pensarme como un ser humano de primer nivel. Y tampoco de desprestigiar a colegas nuestros que han optado por opinar a favor de los más pobres.

Todo atentado contra la libertad de prensa es repudiable, como también es repudiable que el Gobierno envíe a cientos de policías y militares a custodiar maquinaria para destruir los territorios indígenas y que además cierren una radio comunitaria, como le sucedió a la emisora Snuq’ Jolom Konob’, de Santa Eulalia, que con tanto esfuerzo los mayas Q’anjob’al compraron su frecuencia al Estado, cuando en los Acuerdos de Paz hay un compromiso de crear una frecuencia solo para pueblos indígenas.

Entonces, ¿se van a pronunciar también por el cierre de esta emisora? ¿O esto no es violación a la libertad de prensa?

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