Gran distracción… pero

Jaime Francisco Arimany

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Recuerdo la final del primer mundial que vi en el cine Bolívar en 1958, en el cual Pelé surgía como estrella y Brasil ganaba su primer campeonato al anfitrión, Suecia.

El siguiente campeonato en Chile, donde Brasil fue el ganador, y luego el de Inglaterra, en el cual fue ganador el anfitrión, fue el último que oí por radio, ya que el siguiente en México, donde nuevamente ganó Brasil, lo vimos los chapines por TV.

En 1974, cuando Municipal se perdió por penaltis ser el campeón de América ante Independiente de Avellaneda de Argentina, llenamos el estadio, pero miles de guatemaltecos lo pudieron ver a todo color en Canal 3, mientras que en muchos países de Sudamérica sólo tenían televisión en blanco y negro.

Pero mientras se vive la emoción del Mundial, qué está pasando en nuestro país, se aprueba endeudar al país con US$280 millones y está en juego el prestar US$350 millones más; evidentemente los gobernantes no saben qué hacer, ya no existe la devaluación de la moneda, equivalente a una baja general de salarios, pues el Banco de Guatemala no puede emitir quetzales sin fondos, mientras los gastos públicos siguen aumentando, como consecuencia de una disminución de los ingresos y un aumento en los gastos del Estado.

El incremento de las tasas impositivas, contrario a lo que creen los que no saben de economía o piensan que los ciudadanos son tontos, no quieren darse cuenta de que especialmente cuando existe desconfianza ciudadana, normalmente disminuyen los ingresos.

La desconfianza de los ciudadanos se revela en casi todas las conversaciones donde uno participa, es vox populi que se pasó los índices de corrupción del gobierno del general Lucas, que eran del 30%. Se comenta que se le aumenta la comisión del IVA para el partido oficial, más los aumentos que se hacen en beneficio de quienes aceptaron la corrupción.

El hecho de que no hay claridad en la asignación de los proyectos que se hacen sin licitación pública aumenta la inseguridad, por no haber garantía de pago a los contratistas y hacen pensar a la población que en estos momentos el costo de los proyectos está un 60% arriba del valor de los mismos, incrementado la desconfianza la adquisición de propiedades por funcionarios públicos.

Los aumentos de salarios del Estado por ajustes obligados y la campaña populista del gobierno de aumentar su popularidad con medidas que no sacarán a la población de la pobreza, no son incentivos para aumentar la recaudación.

Gobernantes, hagan licitaciones claras en todas las compras públicas; ciudadanos, aceptemos los impuestos; trabajadores, estudien sus aumentos; y diputados, no aprueben endeudar más al país.

jfarimany@hotmail.com

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