Se esfuma esperanza de reforma migratoria

PANORAMA INTERNACIONAL

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Permanecer sin documentos legales en EE. UU. significa para ellos vivir eternamente con incertidumbre y a escondidas, ya que en cualquier momento podrían ser capturados y deportados, además de no tener acceso a servicios como salud y universidades.

Sus esperanzas estaban cifradas en la promesa que hizo Obama en el 2008, cuando ganó la Presidencia, de que junto con el Congreso lucharía por darles tranquilidad a los indocumentados. Sin embargo, los hispanos  están desilusionados del gobernante y el Legislativo, por su falta de voluntad política. Para muestra un botón: en el período de Obama han sido deportados más de dos millones de inmigrantes.

Pero, ¿qué significa esta derrota electoral de mitad de período? Resulta que el Congreso de Estados Unidos está compuesto por dos cámaras: el Senado y la Cámara de representantes. Estas dos instancias políticas pueden aprobar una reforma migratoria; así de fácil. No obstante, en los últimos cuatro años el Senado ha tenido mayoría demócrata y hay que reconocer que aprobó un proyecto migratorio en el 2013, pero la Cámara alta, de mayoría republicana,  bloqueó toda iniciativa que diera luz verde a una reforma migratoria integral.

En los comicios de hace cinco días, el Partido Republicano obtuvo mayoría en ambas cámaras —52 de cien en el Senado y 244 de 435 en la Cámara de representantes—. Los republicanos siempre se han opuesto a una reforma migratoria que legalice a parte de  los 11 millones de indocumentados; por lo tanto, es de esperar que ahora se pierda toda  esperanza para los inmigrantes.

Este partido conservador, que tiene facciones ultraderechistas, culpa injustamente a los hispanos indocumentados de algunos  males que afectan a Estados Unidos: desempleo e inseguridad, entre otros.

Roberto Izurieta, profesor de la Universidad George Washington, considera que el resultado no es “un aval a una agenda radical o más conservadora… lo que dice es que la gente está cansada de la política de Washington DC”.   

Ahora, Obama dice que antes de que termine el año emitirá una serie de órdenes ejecutivas para aliviar la situación de las personas que se encuentran indocumentadas en el país.

En respuesta, el senador republicano Mitch McConnell le advirtió de que cualquier acción individual del Ejecutivo sobre inmigración “sería un gran error”. Sería como “agitar un banderín rojo frente a un toro”, afirmó.

Peter Siavelis, director del programa de estudios latinos y latinoamericanos de la Universidad Wake Forest, de Carolina del Norte, expresó que no solo existen pocas posibilidades de que se aprueben medidas ejecutivas, sino que tampoco habrá medidas para contrarrestar la inequidad social que afecta a los hispanos.

Pero algo debe quedar claro en este golpe contra  los hispanos: la culpa es de ambos partidos, tanto demócratas como republicanos. Estos últimos, aún con más culpa, porque se oponen claramente a la reforma migratoria.

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