CON NOMBRE PROPIO

Antigua = desastre

|

En Antigua Guatemala se han dado descarados fraudes electorales, y en un país en donde se pretende “tapar el sol con un dedo”, las cosas deben decirse por su nombre. Hubo fraude porque miles de personas no residentes del municipio de Antigua han declarado ante la autoridad electoral que sí lo son y con impunidad votaron para poner de autoridades a un montón de trinqueteros.

Si una autoridad es electa por fraude, el trabajo se realiza sin ninguna razón de ser, porque quien engañó a los electores, autoridades y población en general sólo persigue “servirse de los recursos públicos” y jamás “servir con los recursos públicos”, menuda diferencia que con fluorescencia sale a luz al observar el caso antigüeño.

Los relajos del Concejo, por su parte, no dejaron en estos tres años avanzar un ápice en el mejoramiento de la Ciudad Colonial y los resultados están a la vista: una ciudad más fea que hace tres años y peor que hace siete.

Las calles saturadas de vehículos y banquetas rotas, el proyecto del cableado subterráneo en el olvido, los parques sucios y feos, carencia de agua, grandes áreas públicas desperdiciadas —es un pecado ver el área del antiguo hospital—, el mercado es negocio de unos cuantos que subarriendan los espacios y cada vez está más sucio, la delincuencia campea sin pena.

Es evidente la ausencia de autoridad municipal por donde sea, los museos dan grima y los que están a cargo de la Universidad de San Carlos de Guatemala no se salvan, son una vergüenza, es claro que las autoridades universitarias van de la mano de los caciques antigüeños: la política del embudo es la única que cuenta.

Antigua Guatemala es el principal destino turístico y el más grande centro cultural del país, por tanto su importancia es estratégica, en este momento algo aún se puede hacer, ya dentro de poco, tal será la anarquía que todos habremos perdido. Lo peor de todo es que si así está nuestro “quedar bien”, imaginemos cómo está todo lo demás.

El Tribunal Supremo Electoral debe ponerle más atención a lo que ocurre en Antigua Guatemala. La forma en que se han resuelto las impugnaciones de las elecciones deja mucho que desear. Por lo menos algo es seguro, este año habrá una elección y ojalá salga gente honrada y capaz.

ESCRITO POR:

Alejandro Balsells Conde

Abogado y notario, egresado de la Universidad Rafael Landívar y catedrático de Derecho Constitucional en dicha casa de estudios. Ha sido consultor de entidades nacionales e internacionales, y ejerce el derecho.