REGISTRO AKÁSICO

El color del lago

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Una estafa a los ojos de toda la población, efectuada con el concurso de la vicepresidenta Íngrid Roxana Baldetti Elías, está en marcha. En efecto, se contrató, por parte de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (Amsa), una operación consistente en verter varios galones de una solución para “limpiar”, en una sola vez, dicho lago.

La brujería tiene una trayectoria increíble. Como se sabe, el Mar Rojo no tiene ese color primario. Su nombre deriva de concepciones simbólicas griegas que adjudicaban colores a diferentes puntos cardinales: rojo meridional mientras que septentrión daba un Mar Negro. Algunos turistas ingenuos que llegaban al puerto de Eilat Israel, se sorprenden por no encontrar el rojo. A los más cándidos se les dice que por esparcir “polvos mágicos” a la venta, se ha vuelto cristalino. Semejante a ofertas de la Torre Eiffel y el Coliseo a crédulos visitantes.

Ernán Elraz es conocido por los hechizos de tal tipo. En el 2010, utilizando aceite de citronela, fabricó repelentes e insecticidas. Su última actuación fue denunciada por el Ministerio de Salud de Israel en el 2013, para precaver a la población por cremas y gotas que supuestamente curaban el cáncer. El empresario utilizaba la marca Refuah Vateba para vender “kits”, para sanar esa terrible enfermedad; con ello sorprendía a los incautos con la venta de enzimas o sea varios tipos de hongos microscópicos. La crema de uso tópico es vana para un tratamiento de tumores internos. La solución en gotas era semejante a una cerveza; es decir, no era peligrosa para la salud, pero si para el ánimo de los pacientes de cáncer que no se restablecían.

Los Lagos de Colores se comparten entre Chiapas y Guatemala, la mayor parte en México. Como se sabe, se trata de tonalidades sorprendentes de verde a violetas, que se acentúan con el paso del día. Determinadas algas y hongos han proliferado de manera diferente en cada porción de agua, originando esa maravilla de la naturaleza que amerita conservarse.

En Amatitlán la concentración de bazofia provoca la proliferación de determinados organismos que medran en la putrefacción, dando colores y olores que se consideran desagradables. El control de excretas, productos de limpieza hogareña y volcados de basuras, por medio de plantas de tratamiento en los afluentes, en un tiempo, depurarían al lago.

No obstante, un atajo se fraguó. Elraz necesitaba un cómplice. Alguien que se comunica con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa), y el más allá. La vicepresidenta decidió que debían pagarse Q137.8 millones del erario para que gotas milagrosas produjeran un cambio en la vegetación acuática, microorganismos y transmutación de las basuras en Amatitlán. La razón puede ser debida a que recibe una parte sustancial de ese pago, o en su estulticia, asume esas aventuradas decisiones. En cualquiera de los dos casos: ¡no a la impunidad!

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ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.