El 3 de mayo fue proclamado como Día Mundial de la Libertad de prensa en 1993 por la Asamblea General de la ONU, por recomendaciones de UNESCO, entidad que organizó un seminario en la capital de Namibia, en donde medios de comunicación elaboraron un documento que recoge los principios de dicha libertad.

UNESCO considera esta ocasión propicia para celebrar esos principios fundamentales, pero también para evaluar la situación de libertad de prensa en el mundo, defender a los medios de comunicación de los atentados contra su independencia y para rendir homenaje a los periodistas que han perdido la vida en el cumplimiento de su deber.

Datos de Reporteros sin Fronteras, citados por esa entidad de Naciones Unidas, revelan que 20 periodistas han muerto y 159 están encarcelados en el mundo. Nosotros vimos enlutado al gremio y a la sociedad con el asesinato de tres periodistas en Suchitepéquez.

El Observatorio de los Periodistas presentó su informe, en el que destaca que hay una embestida contra la Prensa. Hemos denunciado sistemáticamente, desde hace algunos años, que en nuestro país los altos niveles de violencia, el crimen organizado, la narcoactividad, las actitudes y vinculaciones ilícitas de autoridades locales se han constituido, crecientemente, en un peligro para los periodistas. Estamos en riesgo de caer en escenarios más graves, como los que ocurren en México y Honduras, dos de los países más mortíferos para los profesionales de la comunicación sin estar en guerra declarada.

Esta situación se empezó a evidenciar en 2013, período en el que fueron asesinados cuatro miembros de la prensa en tres departamentos: Jutiapa, Suchitepéquez y Zacapa. Este año la violencia enlutó nuevamente al gremio y a la sociedad en general, con los asesinatos, en menos de una semana, de tres reporteros en Suchitepéquez. Esta es una prueba de que la prensa departamental es la más vulnerable ante la ocurrencia de hechos criminales, pero también a la censura y la autocensura impuestas. Son ya 27 los periodistas que han muerto de forma violenta de 2000 a la fecha.

Este año hemos documentado 29 agresiones contra periodistas, de estos, siete en Suchitepéquez. A diferencia de lo sucedido en el pasado, la ola de indignación por los últimos hechos violentos contra comunicadores se generalizó. Asociaciones de Prensa nacionales y departamentales, periodistas, columnistas y medios de comunicación realizamos manifestaciones, protestas y presentamos demandas ante altos funcionarios del gobierno, al Comisionado de Cicig y al Procurador de Derechos Humanos. La exigencia de agilizar las investigaciones para encontrar, juzgar y castigar a los autores materiales e intelectuales de los crímenes está acompañada de la reivindicación de respeto a la libertad de expresión y de prensa, así como de la protección a periodistas, tres aspectos fundamentales y obligatorios para el Estado: prevención, protección y aplicación de justicia.

Las alianzas gremiales son un mensaje a los violadores de estos derechos. Estamos unidos, preparados y dispuestos a blindar el ejercicio profesional y a no permitir que se continúen realizando acciones delictivas en contra del gremio. Juntos realizaremos las defensas legales; ya contamos con estrategias para atenuar los riesgos que enfrentan periodistas y medios.

Asociaciones departamentales que junto a Cerigua, con el acompañamiento de UNESCO, propusimos en el 2012 al Estado un Programa de Protección a Periodistas, petición que fue aceptada, pero aún no cumplida.

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