A CONTRALUZ

Jaque mate

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ASISTIMOS AL DERRUMBE del gobierno encabezado por Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti. Ahora ya no hay más máscaras para encubrir la podredumbre de este régimen que ha perdido su calidad moral. La Cicig evidenció en forma muy contundente la razón de por qué el mandatario se oponía a su permanencia en el país: no quería que saliera a flote la forma en que el Partido Patriota convive maritalmente con estructuras paralelas, cuyo fin es el saqueo de los recursos de todos los guatemaltecos. Aun cuando el proceso sobre la mafia enquistada en la SAT está en sus primeros momentos, muy pocos dudan de que esta solo podía existir si no hubiera habido un contubernio con el número 1 y la número 2 del país.

¿CÓMO PUEDE PÉREZ MOLINA desvincularse de lo que hayan hecho Omar Franco y Carlos Muñoz al frente de la SAT, si él los nombró? ¿Cómo explicar que la intendente de Aduanas, Claudia Méndez, diga que su tarea era solo operativa, no investigativa? O sea, ella administraba las Aduanas como los tres monos sabios: no miraba, no oía, no hablaba, un papel muy conveniente para la banda de la Línea. Méndez fue nombrada por Pérez Molina y es muy cercana a Baldetti. Juan Carlos Monzón, a quien se le vincula sentimentalmente con la intendente de Aduanas, fue defendido a capa y espada por Pérez Molina y Baldetti cuando se denunció su enriquecimiento inexplicable, como inexplicable es que ahora el presidente y la vicepresidenta digan que desconocían que este individuo era el jefe de la mafia en la SAT. ¿Quién les cree?

¿HA ESCUCHADO, ESTIMADO LECTOR, que Pérez Molina y Baldetti hayan dicho algo fuerte contra Monzón, como que es un ladrón o criminal y que debe ir a la cárcel? No, al contrario, la pareja presidencial se limita a decir que desconoce dónde está. Es más, la vicepresidenta lo alertó en Corea sobre la orden de captura en su contra y permitió que se diera a la fuga. Ha de ser de tal magnitud el compromiso de Baldetti con Monzón para que se haya atrevido a encubrirlo hasta las últimas consecuencias. Ese juego de lealtades permite que en el futuro, cuando sea capturado Monzón, este también guarde cierta lealtad hacia los jefes de la red, porque ellos lo han defendido en las buenas y en las malas.

AÚN FALTA GANAR LA BATALLA judicial, porque existen juzgadores que pueden torcer el rumbo del proceso. Por ejemplo, la jueza Marta Sierra les impuso una fianza a seis de los detenidos para que puedan salir en libertad, entre ellos Francisco Ortiz, alias Teniente Jerez, y Estuardo González, este último señalado de ser el enlace de la mafia con el número 1 del Ejecutivo. Es muy probable que ya esté en funcionamiento la estructura que el PP y Líder dejaron montada en el Organismo Judicial para sacarlos de apuros. La Cicig y el MP se llevaron meses para documentar este caso y lograr las capturas, pero ahora una jueza los deja libres en cuestión de horas. Es por este olor a podrido que poco a poco se hace más fuerte el clamor porque Pérez Molina y Baldetti renuncien a su inmunidad y se sometan a la justicia.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.