SI ME PERMITE

La campaña nos desgasta

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“¡Bendita sea también la fantasía en la política, o lo que es igual, bendito sea el corazón de la Historia!”. Cánovas del Castillo.

Cuando se observa el estado de ánimo de la mayoría de los ciudadanos ante el constante bombardeo de los candidatos políticos y también el contenido de lo que se escucha, lee y también se ve, no es de extrañarse lo desgastante que ha sido para la mayoría y muy fácilmente se manifiesta en los comentarios que se escuchan. Lo peor es que cuando llegamos a este estado, no respondemos a los que nos fastidian o nos desgastan, sino que podemos tomar una actitud equivocada y pasarle la factura al cumplimiento del deber ciudadano y perder la dimensión de lo que implica el cumplimiento del deber.

No es difícil elaborar un cronograma y saber después que debemos ir a cumplir con el deber de las votaciones, pero con el bombardeo que llega a saturarnos, se pierde la perspectiva y si se pregunta “¿qué piensa hacer o por quién se inclina el voto?”, la respuesta muestra lo poco que está interesado en lo que debe hacer y no tanto de lo que piensa hacer.

Es tiempo de que los que están embarcados en la tarea política y proselitista se den cuenta de que también el cultivar interés cívico y patriótico puede llevar más gente a votar, más que el simple discurso de la realidad que vivimos, y claro, como cada uno lo ve e interpreta así lo describe. Y de tanto escuchar lo mismo se pierde el sentido y significado de lo que se dice y simplemente puede llegar a ser un simple eslogan de un determinado partido, y perder la realidad de lo que estamos viviendo.

Si el principio de “la repetición produce fijación”, deberíamos seriamente revisar qué estamos repitiendo y si en verdad queremos que eso se fije en el público que nos escucha, y al que queremos alcanzar. Porque si revisamos eventos pasados, mucho de lo que se repitió llegó a convertirse en chistes, muy propio de nuestra gente, porque tiene la habilidad de crear chiste por todo y no por ello genera soluciones.

Como ciudadanos, si tomamos una actitud responsable, porque en este momento debemos hacer nuestra parte si queremos que el mañana no sea de lamentos, debemos pensar no por lo que se nos publicita, sino porque conocemos nuestro país, conocemos nuestra historia, y también sabemos entender de dónde viene la gente que ofrece multitud de cosas y casi podemos predecir a dónde quieren llegar. A la luz de lo anterior debemos sentarnos, pensar, consultar y analizar a quién daremos nuestro voto, y cuando llegue el día y la hora, tomar toda la determinación de poner acción para cumplir nuestro deber en forma correcta y no con reacciones poco serias que no son propias de ciudadanos honrados que saben cumplir con su papel cuando es tiempo de hacerlo, no dejando a otros que decidan y hagan lo que a cada uno de nosotros nos toca como obligación y no por oportunidad.

Es verdad que en cualquier responsabilidad que enfrentamos en la vida, cuando terceros logran fastidiarnos al punto del desgaste, podemos reaccionar en la manera menos apropiada y luego por más que lo lamentemos no podemos regresar y enmendarla. Por ello es tiempo de renovar nuestra mente, tomar la valentía necesaria y prepararnos para cumplir con nuestra patria, la que nos lo agradecerá por haber cumplido con el deber, sin necesidad de tener que celebrar luego, sino disfrutar los cambios a los que estamos expectantes.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.