ESCENARIO DE VIDA

La Encíclica

Tras lo que estamos viendo con la muerte de más de 23 especies de peces, tortugas y cangrejos en el río La Pasión, en 200 km a la redonda, podemos concluir que fue un desborde en las lagunas de oxidación que se encuentran presentes en las plantas de la Empresa Repsa, que extraen el aceite de palma. El caos es tan grande que por más de tres años no vamos a volver a ver peces vivos en el río La Pasión y los lugareños ahora se tendrán que alimentar solo de maíz.

¿Qué nos dice esta extinción en el río La Pasión? Sencillamente que estamos poniendo de primero el dinero sin importar que pasemos destruyendo todo a nuestro paso. Muchas Iglesias del mundo —de todas denominaciones— buscan alertarnos para que cambiemos de estilo de vida.

La vida en el Planeta Tierra está en verdad en problemas y el propio papa Francisco dice así: “La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. Muchas veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas”.

Un pontífice que entiende que podemos sucumbir como civilización, de no cambiar nuestros patrones de vida, que defiende en el documento la necesidad de contrarrestar el cambio climático, que entiende la necesidad de cambiar el modelo productivo que genera gran cantidad de “porquería” y termina con los recursos naturales, y que sabe que el modelo actual genera grandes problemas no sólo ambientales y sociales, sino económicos, políticos y morales, y que los más pobres serán los afectados, merece ser escuchado. El Pontífice agrega: “El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes”.

Desde 1990 se han producido, muchas extinciones repartidas entre mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces alrededor del mundo. Hay muchas especies en peligro de extinción y otras ya perdidas como el delfín del Yangtze, el Pato Poc y el sapo dorado de Costa Rica y ahora vemos esas tasas de extinción más de cien veces mayor de lo que consideraríamos normal.

Si no hacemos algo para dejar de estar desmantelando el marco biológico de la vida y tomamos en cuenta las regulaciones a las que se refiere el Pontífice, podríamos sucumbir como Civilización y contribuir a la más grande destrucción biológica en la historia. Espero que la Encíclica del Papa sirva para motivar a todos los países del mundo a firmar un Acuerdo Vinculante en la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas este diciembre en París, bajando las emisiones de carbono y así evitar que se acelere el cambio climático. ¿Estaremos a tiempo de parar esta locura?

El documento presentado por el Vaticano reclama una “revolución cultural valiente” para salvar al planeta de la devastación a la que el ser humano le ha sometido durante los últimos tiempos y critica la falta de regulación y de responsabilidades ante la destrucción. ¿Asumirá la empresa Repsa la responsabilidad de lo que causó en el río La Pasión?

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