HAGAMOS LA DIFERENCIA

Leche materna

|

Cuando nacimos, hace cinco décadas, la lactancia materna era la opción. Nuestras madres estaban conscientes de los beneficios que tenía; además, la escasez de recursos la hacía casi obligada, las fórmulas que las suplían eran pocas y no se confiaba en ellas, especialmente para los primeros meses de nuestra vida. Mis hermanos y casi todos los niños de nuestro pueblo y de la mayoría de pueblos de Guatemala disfrutamos de ese beneficio otorgado por la naturaleza. Ahora, las nuevas modas, los estándares de belleza para la mujer y la publicidad, como propaganda en contra, hacen que las mujeres abandonen esta práctica y prefieran no amamantar, “para no verse perjudicadas en su salud y en su belleza”. Nada más alejado de la realidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado estudios sobre la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y ha recopilado suficiente evidencia para asegurar que reduce la mortalidad infantil y que tiene beneficios en la salud que llegan hasta la edad adulta. Según esta organización, “Es el primer alimento natural de los niños, proporciona toda la energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida y sigue aportándoles al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida”. La OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia recomiendan: a) Iniciar el amamantamiento durante la primera hora de vida. b) Practicar el amamantamiento exclusivo, es decir, proporcionar al lactante únicamente leche materna, sin otros alimentos o bebidas, ni siquiera agua. c) Dar el pecho cuando el niño lo reclame, ya sea de día o de noche. d) No utilizar biberones, tetinas o chupetes (pachas como le llamamos en Guatemala). Ello asegura mejor nutrición para el bebé. La recomendación general es proporcionar lactancia materna durante los primeros seis meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años.

Esta semana (del 1 a 7 de agosto), la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna, coalición mundial de personas, organizaciones y redes, dedicada a la protección, promoción y apoyo a la lactancia materna en todo el mundo, ha declarado la Semana Mundial de Lactancia Materna. Debido a que las tendencias actuales por uno u otro motivo es que las mujeres trabajen, el lema propuesto para este año es Amamantar y trabajar. ¡Logremos que sea posible! Se plantearon objetivos para incidir en que mayor porcentaje de madres que trabajan amamanten a sus hijos durante los primeros meses y años de su vida. Para ello esperan que los empleadores tomen conciencia en apoyar a las madres de familia; que ellas adquieran prácticas que les permitan amamantar a sus hijos, y que varias instituciones se añadan a la iniciativa. Más información puede obtenerla en http://worldbreastfeedingweek.org/pdf/wbw2015-cal-spa.pdf.

Fomentar la lactancia materna es una de las alternativas obligadas para este país, inundado de productos sustitutos y de publicidad engañosa, pero donde los problemas de desnutrición son agudos y los niveles de pobreza, alarmantes. Admiro a las mujeres que amamantan a sus hijos, al darles más importancia a sus bebés que al entorno perspicaz y embarazoso que les rodea.

samreygo@yahoo.com

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.

ARCHIVADO EN: