¿Es cierto que si recibimos lo que nos dan los candidatos, estamos obligados a votar por ellos, porque algunos hasta dicen que van a colocar cámaras el día de las elecciones para conocer quién vota o no? A otros les dicen que el voto nulo solo ayudará a que gane el que no queremos. Votemos por el menos peor o no votemos por el mismo, que sea nuevo, aunque robe poco. Todas estas dudas son aprovechadas por los candidatos para seguir embruteciendo al pueblo y muchas veces apoyados por intelectuales partidistas que se venden al mejor postor.

Todos hablan de defender la democracia. ¿Cuál democracia?, ¿qué democracia?, y peor aún si se demanda suspensión de elecciones, se dice que es una traición a esa democracia. Entonces lo que hacen los corruptos y ratas de este país, ¿no es romper la democracia? Robarle la dignidad, la esperanza y el futuro a un pueblo, ¿no es romper la democracia? Y cómo es posible que sigan engañando al pueblo con canciones, mantas, gorras, uniformes, discursos.

Por todo eso, las elecciones no son la solución a la crisis. No son legítimas, tampoco legales y por lo tanto serán fraudulentas, porque el orden constitucional e institucional del país ya se rompió y fue roto porque las mismas autoridades le han robado y mentido al pueblo. Además, porque quienes se están postulando, aunque sean nuevos, son corruptos, holgazanes, oportunistas, delincuentes, financiados por el crimen organizado, narcotráfico, empresarios, militares.

Cómo confiar en alguien que durante toda su trayectoria se capitalizó con los programas de vivienda, de salud, de abono, de reforestación, que supuestamente el Estado debería dar para los pobres y ninguneados de este país. Cómo confiar en alguien que aunque el TSE le haya dicho que no debe seguir con su campaña, lo sigue haciendo. Cómo confiar en alguien que solo por estar en campaña se acerca a comunidades que han sido reprimidas por el Estado, diciendo que está con ellos. O cómo confiar en alguien que ahora sí llega a misa o al culto solo para atraer a sus votantes.

Son muchas las razones para declarar a estas elecciones como ilegítimas y manifestar que nadie merece nuestro voto. Es cierto que el voto nulo no tiene valor o no llegar a votar tampoco puede contar, pero nos servirá para devolverle la dignidad a un pueblo que ya está cansado de tanta mentira y tanto engaño.

No se deje engañar, no es cierto que votar nulo es darle la oportunidad a que llegue el menos peor, es que no existe, porque todos y todas son unas ratas que merecen estar en el alcantarillado o en la cárcel, y si usted tiene dignidad, dele un valor a su derecho y su compromiso por erradicar esta peste de las instituciones del Estado, y por eso yo no voy a ser cómplice de esta mentira y no voy a votar.

Lo último y mientras termino de redactar esta columna, la noticia de “orden de captura contra Baldetti”. Y las otras ratas que pululan por todos lados como candidatos, ¿cuándo?