CABLE A TIERRA

Ojo al Cristo con la plata

En este segundo cuatrimestre (mayo-agosto), Salud recibirá la cuota presupuestaria completa que solicitó a Minfin —casi Q1,300 millones—, conforme le corresponde a su presupuesto asignado, y no como en el primer cuatrimestre (enero-abril), cuando la falta de ingresos en la caja fiscal solo permitió que recibiera el 80% de lo que le correspondía para el período.

Que reciba su asignación completa es un avance, considerando que otros Ministerios y Secretarías seguirán con contención del gasto. Qué bueno que Minfin priorizara salud, pues la precariedad extrema equivale a muertes de seres humanos. Sobre todo, hay que agradecer la eficaz labor del Superintendente de la Sat, al recuperar el dinero defraudado al erario público por Aceros de Guatemala, que le permite a Minfin ahora contar con recursos para asignarle a salud. Un claro ejemplo de que no es solo la corrupción provocada desde adentro por autoridades carentes de escrúpulos, sino también la que se gesta en las empresas cuando evaden sus obligaciones tributarias, la que está detrás de la debacle financiera del Estado, y que ahora repercute en los servicios de salud.

Si bien para superar la crisis, el MSPAS necesita una inyección adicional de recursos, por el momento su reto será administrar estratégica, férrea y de manera transparente lo que le están asignando y así responder a las necesidades más urgentes.

Ya deben haber comenzado las presiones de múltiples lados para que el MSPAS destine estos recursos a determinados rubros y proveedores. Algunos ejemplos de mecanismos: Diputados que ofrecen sus “buenos oficios” para “intermediar” en la priorización de los pagos. Atentos llamados de otras instancias del Ejecutivo, que le indiquen como “se debe” asignar. Sindicatos a los que les entra la súbita urgencia de invocar tal o cual cláusula del pacto colectivo; sí, aquél que ya no se terminó de denunciar. Empresas que, con tal que salgan sus pagos, están dispuestas a aceptar la “sugerencia” de ceder una parte del monto facturado, una vez salga el pago (o anticipado). Otros más, presionarán para que se adquiera por vía de compra directa o usar los contratos abiertos para comprar una mayor dotación de sus productos ahora, aprovechando que la famosa subasta inversa todavía no asoma por el horizonte.

Para hacer más con poco dinero, la clave es que el Ministro de Salud de la pauta de transparencia, tenga claro lo que quiere lograr y saque a lucir sus capacidades gerenciales. Aquí, algunas sugerencias de medidas simples y concretas: Ya se había instalado un número telefónico para denuncias anónimas para que se puedan reportar procesos y situaciones sospechosas. Centralizar las compras, negociando a la par la entrega desconcentrada de los bienes y servicios a las unidades ejecutoras. Aprobar el reglamento de genéricos, varado desde enero. Hacer público el plan de pagos, con sus correspondientes criterios de priorización de acreedores. Publicar las listas de pagos por proveedor, monto y razón de pago. Desactivar definitivamente el sistema paralelo de registro deudas a proveedores. Pedir el acompañamiento activo del Consejo Nacional de Salud, de la ciudadanía y de organizaciones activas en el tema para ejercer una vigilancia activa, detallada y en tiempo real de cómo se ejecutarán estos fondos. Rendir cuentas públicas del destino del gasto al final del cuatrimestre.

El Minfin por su parte, debe definir sus propios mecanismos de control cruzado. Sería bueno saber qué tiene en mente. De paso, ¿Cómo va el INE con el sistema de precios de referencia? Nos toca ahora estar ojo al Cristo con la plata.

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