Para mis amigos lectores que han estado siguiendo mis artículos y programas de televisión que me llevan a hablar de temas a veces complicados, quiero invitarles a un conversatorio sobre lo que está pasando con el planeta y por qué detener la locura de destruir nuestros recursos naturales. Mi libro “Aventura Extrema” – la realidad del Cambio Climático- habla sobre mi travesía a bordo de un velero en el que viajé a la deriva polar.

Como digo en la obra, “Si llegase la noche polar tendría que estar anuente a quedarme por largos meses en medio de una oscuridad total hasta que regresara el avión en la primavera. Sería un inhóspito panorama donde no se encontraba ni un iglú, ni un esquimal, ni un pájaro, ni un pez, ni un inodoro, ni un hotel… solamente osos. Llegar al Polo Norte era como llegar a la Luna: pero en esos momentos tenía la determinación de lograrlo, aunque pasara frío, hambre, sueño, y peligros con osos hambrientos.

La razón de este libro fue para documentar el paralelo que existe entre el declive de la antigua civilización Maya y el cambio climático de hoy; una estimulante crónica con desafíos, retos y peligros con tal de vivir la experiencia. Inicialmente, el libro fue publicado por Paz Editores en Guatemala y se encuentra en las principales librerías del país: Sophos, Artemis & Edinter, DeMuseo, Arco Iris y otros. Este año fue retomado para distribución mundial por Trafford Publishing Co. en Amazon.

Para tener bases sólidas y conocer si estaba correcta mi hipótesis sobre la similitud entre el declive de la civilización Maya y lo que vivimos hoy con el cambio climático, me remonté primeramente a las selvas peteneras para entrevistarme con equipos de arqueólogos, antropólogos, ecólogos, científicos y sociólogos. Mi investigación sobre las heladas capas de hielo del Ártico y a bordo de una nave llamada “Tara” atrapada en las placas de hielo, fueron decisivas.

Gracias a las explicaciones de los científicos del programa “Damocles”, del (IRI) y (NOAA) me quedó claro que antes la comunidad científica decía que el Artico se descongelaría en el verano del año 2,100 pero ahora estaba ya ocurriendo. ¿Estamos entonces a tiempo para no sufrir un cataclismo como el que experimentaron los Mayas?

En el Artico aprendí que cuando esas regiones fuesen impactadas, también lo estarían los bosques tropicales de Centroamérica pues nos provocaría más ondas de calor y sería como desconectar la refrigeradora del planeta. Mientras nosotros estamos a un grado más de temperatura, en el polo norte y el polo sur ya están a tres o cuatro grados más. Todo eso provocará más derretimiento y el alza del nivel del mar, amenazando nuestras costas del Atlántico y Pacífico. Aún sabiendo eso, seguimos deforestando el Caribe guatemalteco. Un gran ejemplo son los manglares de Punta de Manabique que están siendo arrasados de forma insensata. Reitero que los bosques y manglares nos sirven de muros de contención para detener los brutales huracanes y tormentas que estarán llegando con mayor periodicidad, fuerza e intensidad. ¿Podrán las comunidades de Puerto Barrios y otras regiones del Caribe soportarlo?

Les invito a llegar a las instalaciones del Centro de Formación de la Cooperación Española en Antigua Guatemala este jueves 19 de Julio, a las 6 pm donde les mostraré un pequeño video, y seguidamente después del Conversatorio con el famoso artista Lex Cargo, les firmaré mis libros en inglés y español. Será un honor compartir y conversar con ustedes. La entrada es gratuita.

vidamordepaz@yahoo.com  www.tropicalrainforest.org