Vivir en el mundo maya es encontrarse con una planta, árbol o arbusto que resulta siendo un secreto mejor guardado. Y digo “secreto” pues casi nadie conoce que puede aumentar nuestra calidad y tiempo de vida. Tal es el caso de la chaya, un arbusto que casi pareciera árbol y mide de 2 a 3 metros de alto, posee médula gruesa y blanca, y tallos grisáceos o verdosos. Pero lo más importante es que posee características nutricionales para mejorar el estado de salud de las personas. Si todos consumiéramos alimentos preparados con Chaya, estaríamos con menores problemas de presión alta, de diabetes y ayudaría a controlar el ácido úrico y colesterol. La Chaya también sirve para la aumentar la lactancia materna y como un medio para controlar el alcoholismo.

Hablando de sus propiedades medicinales, es importante recalcar que es también recomendable para padecimientos como hemorroides e hipercolesterolemia. Si tiene usted problema con la circulación sanguínea, la Chaya le ayuda. También le ayuda a prevenir la tos, mejorar la digestión, desinflamar las venas y aumentar el calcio en los huesos. Pero calculo que lo que interesará también a mis lectores, es que su consumo constante nos ayuda a reducir de peso.

Varios reportes científicos coinciden que la Chaya es rica en hierro y contiene cerca de 5.7% de proteína además de fibra cruda (1.9%), calcio (199 mg/100g), potasio, y en especial vitaminas A y C y otros compuestos carotenoides, minerales, magnesio, sodio, cobre y zinc; todas esenciales para las funciones de crecimiento y del cerebro.

Desde hace más de 30 años, científicos guatemaltecos han venido estudiando tanto la Chaya como otras plantas nutricionales y medicinales que fueron parte de la dieta de los antiguos Mayas. El Ing. José Alfredo López quien es un apasionado estudioso del tema, egresado de la Universidad del Sur de California, la USAC y la Universidad de Toronto, Canadá, asegura que con la Chaya se disminuiría en gran medida la desnutrición de forma exponencial. Sabiendo esto, insto al Gobierno a que se enfoque en la Chaya para disminuir la desnutrición con galletas escolares y a los agricultores para que aumenten estos cultivos.

La Chaya llamó la atención a los conquistadores españoles puesto que vieron que al consumirla en sus dietas, les podía mantener saludables. La estatura de los Antiguos Mayas oscilaba entre 1.70 y 1.80 metros, según se comprueba con los esqueletos encontrados en sitios arqueológicos. No es de extrañar que la Chaya les ayudara.

Tan así, que la empresa Eurotropic S.A. que ha trabajado en las investigaciones, se ha esmerado en transformar y empacar en polvos deshidratados dichas hierbas, semillas, flores, frutos e irizomas. Entre los empaques está no sólo la Chaya sino otras semillas que se utilizaban hace más de 10,000 años; la Chía, Amaranto, Quilete, Quixtán y otras hierbas. Los empaques los encontramos en D´jinn, Caoba Farms y en el Vivero Escalonia, todas en Antigua Guatemala. El grupo guatemalteco de Eco-Chefs también trabaja la Chaya con recetas culinarias de la gastronomía mesoamericana y los naturópatas también las están empleando.

Una recomendación básica es que si encuentra la Chaya de forma silvestre en el monte, antes la ponga a cocer, pues la Chaya contiene ácido cianhídrico que es tóxico. Cruda no es recomendable pues este elemento puede acumularse en su organismo en manera similar al plomo. Sin embargo, al hervir la Chaya se destruye totalmente su toxicidad.

Prestémosle atención a esta planta que puede ser la solución para combatir la desnutrición crónica en nuestro país, además de ser un homenaje a la cultura maya.