FAMILIAS EN PAZ

Esclavitud financiera

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La esclavitud fue una relación de producción en la que una persona era propiedad de otra. El esclavo no tenía derechos, solo obligaciones. Sociedades esclavistas como Grecia y Roma basaban su economía en la práctica de convertir a los cautivos de guerra en mano de obra. Filósofos como Aristóteles la consideraban algo natural.

Con el surgimiento del feudalismo, la fuerza de trabajo paulatinamente dejó de ser esclava. La Ilustración permite el surgimiento de nuevas ideas políticas y filosóficas que dieron lugar a la Revolución Industrial, presentando al sistema esclavista como menos conveniente que el de trabajo remunerado. Como tal fue abolida el 9 de marzo de 1927, con la entrada en vigor de la Convención sobre la Esclavitud promovida por la Sociedad de Naciones.

En la antigüedad, una de las formas de esclavizar era por deudas o por la vía de apremio individual: modalidad de garantía personal en la que quien no pagaba sus obligaciones era sometido junto a su familia por su acreedor, poniéndolos a su servicio hasta que el fruto de su trabajo saldara la deuda impagada. El deudor perdía su patrimonio, sufría difamación y humillación social. Con la aparición de garantías reales esta modalidad fue quedando en desuso.

Actualmente ya no existe la esclavitud física, pero ha surgido la esclavitud financiera; un problema que daña las relaciones matrimoniales y familiares por la ansiedad que causan las responsabilidades financieras no resueltas. De hecho, se han convertido en una de las mayores causas de divorcio.

El crédito en sí mismo no es malo. Se trata de una figura basada en la confianza de uno que presta confiando que el otro cumplirá con sus obligaciones conforme a las condiciones pactadas. El crédito brinda la posibilidad de alcanzar metas y sueños: hay bienes que no se podrían adquirir a menos que se tenga acumulada una cantidad suficiente para adquirirlos al contado: una casa, un terreno, un vehículo o financiar una carrera universitaria. Cumplir oportunamente las obligaciones genera una buena reputación al buen pagador, le da un buen nombre.

El sobrendeudamiento es lo que conduce a la esclavitud, cuando se pide prestado más allá de la capacidad de pago. Este problema evidencia aspectos negativos del carácter del deudor: poca sabiduría en el gasto e indisciplina en el ahorro. La incapacidad de negarse a sí mismo algo que se desea cuando no se tiene el poder de compra, dejándose llevar por la ambición, la codicia y la vanidad es lo que esclaviza.

Uno de los instrumentos financieros mal utilizados son las tarjetas de crédito. Es un crédito caro por la facilidad con la que se otorga y el alto riesgo que implica para la entidad otorgante. Su mal uso ha hecho que la mayor deuda impagada en los países de Latinoamérica sea por esta figura, evidenciando un problema social que debemos resolver cuanto antes.

Honra tus deudas, haz acuerdos de pago, pero sobre todo aprende a dominar tu carácter para no endeudarte más allá de tus capacidades y no ser un esclavo de tus acreedores. No comprometas tu futuro ni el de tus hijos.

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