A CONTRALUZ

La estafa del Transurbano

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Si usted busca en internet la página del Transurbano le aparecerá: Transurbano | El mejor transporte colectivo de toda América, pero no solo ahí se ve el descaro de esta tremenda estafa hecha en tiempos del gobierno de Álvaro Colom Caballeros. Ya en el sitio web se dice que este es “un servicio con estándares reconocidos a nivel mundial” y que se ha implementado con “tecnología de punta”, con el objetivo de “lograr la modernización, el resguardo de los usuarios, contribuir a la seguridad nacional, generar empleos, cambiar la imagen nacional e internacional referente al transporte público”. La cruda realidad es distinta, ese sistema de transporte luce ahora buses destartalados, paradas destruidas y sin servicio de seguridad. De las 3,150 unidades ofrecidas en el 2010 solo entraron en funcionamiento 445 y ahora son mucho menos. El dinero invertido, procedente de nuestros impuestos, se lo embolsaron los autobuseros.

Ese negocio fue fraguado por el gobierno de la UNE con fines clientelares para levantar la imagen de Sandra Torres en su malogrado intento de candidata presidencial en el 2011, la Municipalidad capitalina dirigida por Álvaro Arzú y Manuel Baldizón, que aprovechó su paso por la Comisión de Finanzas del Congreso para incrementar el subsidio para los autobuseros, especialmente para su amigo el autobusero Luis Gómez. Desde el 2009 se preparó el escenario para esta estafa, cuando la Municipalidad otorgó 109 rutas por 25 años a la recién creada Asociación de Empresarios de Autobuses Urbanos (AEAU). Previamente, en noviembre del 2009, el Congreso había exonerado del pago de impuestos a las empresas que conformaron ese consorcio para la compra de autobuses nuevos. Sin embargo, una de las razones de que compraran menos autobuses fue la sobrevaloración de las unidades, dinero que fue a dar a directivos de la AEAU.

La danza de millones era imparable. El presidente Colom dio Q270 millones del presupuesto nacional a una empresa privada para financiar el sistema prepago que tendría el Transurbano. Además, el Ejecutivo suscribió otro acuerdo para otorgar un subsidio de Q420 millones anuales a la AEAU para la compra de combustible. Para no quedarse atrás, Fonapaz invirtió Q80 millones para erigir las paradas del sistema de transporte que supuestamente iba a circular en vía exclusiva similar al Transmetro. Seis años después la historia del “mejor transporte colectivo de toda América” es para llorar. De los 445 buses que comenzaron a circular en el 2010 ahora operan menos de 270 que deben atender a unos 350 mil usuarios en los ejes sur y norte. Esa situación implica largas esperas, servicio deficiente y cobros excesivos porque varios usuarios han denunciado que el sistema cobra hasta Q2 por viaje. El negocio de la AEAU sigue siendo sus más de dos mil estropeados buses rojos, con los que cada año chantajea al gobierno para que les dé unos Q245 millones de subsidio.

Afortunadamente, ahora el Ministerio Público mantiene una investigación sobre esta estafa millonaria y ya logró inmovilizar 21 bienes inmuebles a Luis Gómez, que había creado una empresa para ocultar el lavado de dinero que procedía del presupuesto del Estado. Estas pesquisas son importantes, pero también deben ir dirigidas a los altos funcionarios del gobierno de la UNE que permitieron el fraude de transporte que no fue más que una burla para la pobre gente que a diario sufre por estos negocios oscuros.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.

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