URBANISMO Y SOCIEDAD

Los olvidados de la ciudad

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El área metropolitana tiene aproximadamente 22,275.6 km2 que es el 22% del total del área del país, que tiene 108.889 km2 de bosques y dos grandes montañas y barrancos que son un importante soporte ecológico del medio natural. Los barrancos representan el 50% de los espacios abiertos. Y los puentes fueron utilizados para unir zonas urbanizables y sufren tres amenazas. Primera: la ocupación por zonas de viviendas marginales y de las maras; segunda: los habitantes utilizan la madera de los bosques como energía para cocinar; tercera: la municipalidad con su basurero y los drenajes contaminan las fuentes de agua.

Después del terremoto en 1976 la ciudad tenía 754,343 habitantes. La dinámica de la ciudad empezó a revertir su problema de crecimiento en los años 80 por el conflicto armado y el terremoto del 76, cuando buscaron cobijo entre 20,000 a 45,000 inmigrantes rurales, sin existir planes urbanos para este tipo de personas, con lo que muchos se ubicaron en los barrancos. Pues solo las zonas 9, 10, 15 y Cayalá adquirieron atención de inversión, pues ni el Centro Histórico fue objeto como tal. Así, encontramos asentamientos que se formaron a lo largo del Anillo Periférico, que nunca se terminó, existiendo tierra más allá del Periférico, en las calzadas Roosevelt y San Juan, donde existían terrenos vacíos y dos vías, las que son hoy la Mateo Flores, la antigua carretera a Mixco y la calzada San Juan.

Puentes claves: el Puente de las Vacas, que se inauguró en 1908, con el objetivo de facilitar carga entre Puerto Barrios y la Ciudad de Guatemala. En septiembre de 1884, cuando comenzó a funcionar el ferrocarril y se creó un transporte más eficiente y una serie de puentes desde Puerto Barrios a Guatemala. Hasta 1997, cuando el gobierno del entonces presidente de Guatemala Álvaro Arzú decide privatizar Ferrocarriles de Guatemala–FEGUA y se terminó con un excelente medio de transporte regional. De este modo se desestructuró el Área Metropolitana, anarquizada y sin dirección, que ya alcanza los 3,500 millones de habitantes y continúa creciendo dentro de un sistema vial desorganizado de vehículos privados y de furgones de transporte de carga, en que a veces van hasta tres con un solo cabezal, una carga para la cual los puentes nunca estuvieron diseñados, por lo que empiezan a ceder. (P.L.)

De los principales puentes tenemos: “el Puente del Incienso”, que era parte del periférico construido en la década de los años 70. El Puente está ubicado como parte integral del Anillo Periférico (Norte -Sur) que comunica las zonas 1, 2 y 3 con la zona 7 de la ciudad capital.

El puente Belice, otro puente vital, cuya construcción fue finalizada en el año de 1959, realizada en nueve años, inaugurado por el Grl. Idígoras, “con dos grandes fundiciones de concreto, que sostienen las estructuras de hierro en forma de arcos, los cuales fueron diseñados en Alemania y construido de acero en los Estados Unidos de América”. (P.L.) Este puente cubre un barranco de tal magnitud que ha servido para vivienda marginal con lo que están llevando a esta ciudad a tener otra tragedia sísmica.

Las áreas marginales en los barrancos pueden alcanzar los 32,375 lotes de las llamadas champas; solo bajo el puente Belice viven más de 5,000 habitantes en condiciones insalubres por el ruido del tránsito de furgones y al lado del río las vacas, que es casi un drenaje, y con la amenaza de quedar sepultados por la posibilidad de un terremoto o un sismo fuerte como el caso del Cambray. Todo esto quizás lo salvará el anillo regional de SEGEPLAN, dentro del plan respectivo.

alfonsoyurritacuesta@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.

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