LA ERA DEL FAUNO

Qué coincidente casualidad

Juan Carlos Lemus @juanlemus9

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El único problema que tiene el gobierno, es el gobierno. Para prevenir desastres naturales pretendía restringir espectáculos y manifestaciones en todo el país. Su alineación astral parece cada vez más perdida entre tormentas eléctricas.

Da la casualidad que su decreto restrictivo se daba cuando el hijo y el hermano del presidente son investigados. También, da la casualidad que precisamente en tiempos de la cada vez más grotesca ira de Jimmy Morales, se pretendía reprimir publicaciones que “a juicio de la autoridad” contribuyeran a la alteración del orden público. Por cierto, qué grotesco es ver a un tipo furioso que segundos después ríe bailando punta. El contraste da para sospechar que algo no le funciona bien. Si ese iracundo bailarín fuese un tío lejano, no pasaría uno de sentirse apenado, pero si es el presidente de la república, hay motivos de alarma.

Qué casualidad: coinciden las lluvias con el mandato de disolver por la fuerza reuniones de cualquier grupo “sin necesidad de conminatoria alguna”; eso quiere decir “sin advertir ahí va el guamazo o el plomazo”. En un país con autoridades idóneas y habitantes idóneos, los aguaceros políticos no permearían asuntos naturales, sino resbalarían sobre láminas.

Ayer, cuando Jafeth Cabrera anunció que darían marcha atrás con el decreto, dejó sobre la mesa un par de mentiras que valdría la pena devolverle. La primera, que las restricciones eran solo para municipios afectados, no para todo el país. Es mentira, porque el decreto decía claramente que se mandaba implementar “en todo el territorio de la República”.

La segunda mentira es de carácter emotivo, como son las acciones de este gobierno. Jafeth dejó entrever, para consumo de la opinión pública, que tenían buenas intenciones, pero debido a la irracionalidad de quienes nos opusimos se corre el peligro de que no haya soluciones aun cuando ellos intentan ponerlas en marcha.

El problema es que las restricciones no son congruentes con los desastres políticos y naturales. Es cierto que la Conred necesita apoyo y dinero, pues es una institución, como su nombre lo indica, destinada a coordinar la reducción de desastres en todo el país. Reducción que solo puede llevar a cabo si tiene recursos. Como dijo Sergio Cabañas, secretario ejecutivo de esa coordinadora, con la anulación del decreto les será imposible hacer las compras urgentes. Cabañas buscó argumentos sensatos, pero también los ligó a la culpa pública en lugar de voltear a ver la voluminosa incapacidad sentada a lado suyo.

El gobierno intentó restringir las libertades constitucionales al estilo de la “inteligencia” militar ochentera, bajo pretexto de reducir el desastre de millones de habitantes en zonas de riesgo. Al igual que los años de represión, se aprovecha la desgracia de la mayoría para meter al país bajo control. En el fenómeno acontecido se advierte que esa mafia militar, extremista y peligrosa, aún cogobierna enredada en el desgobierno Morales-Cabrera. Ya que arruinaron el verdadero sentido de prevención, se esperaría que decreten una medida que favorezca a las personas en riesgo; además, que desengaveten leyes como la de Aguas y otras de beneficio radical.

@juanlemus9

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