CON OTRA MIRADA

Política cultural

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El Ministerio de Cultura y Deportes es consecuencia de la Constitución Política de 1985. Entró en vigencia al asumir la Presidencia de la República el licenciado Vinicio Cerezo, en enero de 1986. Los esfuerzos por proteger el patrimonio cultural y generar políticas culturales han sido sus principales objetivos, debiendo luchar contra míseros presupuestos, puesto que la cultura no ha sido prioridad para ningún gobierno.

Los conceptos sobre conservación y política cultural vienen de tiempo atrás. Adquirieron carta de identidad al crearse el Instituto de Antropología e Historia, hace 70 años, dependiente del Ministerio de Educación.

La promulgación de la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación, decreto 26-97, reformado por el decreto 81-98, ofrece el marco regulatorio para la conservación del patrimonio cultural, con excepción de La Antigua Guatemala, que desde 1969 cuenta con su propia legislación. Entre sus novedades está el artículo 59, que reconoce a las asociaciones civiles o juntas de vecinos su calidad de vigilantes del Patrimonio Cultural de la Nación, con legitimidad para denunciar hechos que atenten en su contra, ante autoridades competentes. El artículo 62 obliga a las municipalidades a velar por la correcta aplicación de esa Ley en el ámbito de sus jurisdicciones.

Apoyar el desarrollo cultural es otra faceta. Aprovechando el trabajo realizado con anterioridad, el Ministerio registró instituciones públicas y privadas dedicadas a esa labor, por lo que hoy, entidades como las casas de la cultura, normalmente auspiciadas por las municipalidades, promueven la cultura local.

La Red Nacional de Gestores y la Asociación Guatemalteca de Casas de la Cultura, con el apoyo del viceministro de Cultura, Max Araujo, desea conocer las actividades artísticas en los distintos municipios del país, como ferias, festivales o ciclos permanentes, como ya sucede en San Lucas Sacatepéquez. El objetivo es llegar a hacer un mapa de la actividad artística y estimular a los municipios para que emitan sus propias políticas culturales. A ese esfuerzo se suma el realizado por la Comisión de Investigación sobre el Arte, coordinado por los licenciados Mario Caxaj y Celia Ovalle, para tener un inventario de artistas.

La ciudad de Quetzaltenango ya emitió la política cultural de su municipio, junto con el plan de acción y presupuesto, lo que la hace pionera en tan encomiable labor. Es obvio que ocuparse de actividades culturales, de carácter lúdico, denota interés de las autoridades por el bienestar de la población que les eligió, más allá de atender servicios esenciales co mo los de agua, drenajes, mercado, extracción y tratamiento de basura y transporte. Es fundamental que los alcaldes asuman la responsabilidad de apoyar la cultura y la protección del patrimonio cultural de su jurisdicción.

En cuanto a Xela, no es de extrañar, pues su desarrollo cultural y artístico es notorio, lo mismo que la hidalguía ancestral de sus habitantes. No en balde la entidad que administró y dirigió los destinos de la región durante la época colonial fue denominada Capitanía General del Reino de Guatemala, en claro reconocimiento al Reino Quiché, que dominó esa parte del territorio.

jmmaganajuarez@gmail.com

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.