Hablar de personas extraordinarias que habitan en este planeta es hablar de Adolfo Sun, excelentísimo embajador y plenipotenciario de la República de China-Taiwán en Guatemala. Su excelente trayectoria es digna de ser contada.

Adolfo Sun nació el 4 de octubre de 1948 en China Continental y sacó una licenciatura en la Universidad de Tamkang, en la República de China-Taiwán, e hizo su Maestría en Literatura Española en la Universidad de Salamanca, España. En Guatemala recibió en abril del 2014, el Doctorado Honoris Causa en Liderazgo Organizacional, otorgado por la Universidad San Pablo de Guatemala por todo el aporte humanitario a la sociedad guatemalteca.

A través del liderazgo de Adolfo Sun son muchos los proyectos que realiza la Cooperación Técnica de Taiwán en Guatemala. Ha apoyado a los ministerios de Comunicaciones, Salud, Agricultura, Medio Ambiente y Defensa. En materia de salud, le salvó la vida a un pequeño bebé llamado Santiago, cuando colaboró con la unidad de transplante de hígado en Taiwán para su operación.

Quizás lo que más nos asombre del embajador Sun sea su gran humildad y su enorme entrega a Guatemala. Él tiene su corazón puesto en nuestras alegrías o tristezas, en nuestras necesidades y añoranzas. Podríamos decir que su trabajo en nuestro país ha sido ejemplar. Sun ha beneficiado a miles de personas necesitadas después de las tormentas acaecidas o incluso de terremotos. Fui testigo de la construcción en San Marcos de 600 casas para gente que se quedó sin techo después de la tormenta Stan. Fui testigo de la entrega de ambulancias, de la construcción de la excelente carretera hacia El Rancho y de numerosos proyectos que han ayudado a las comunidades. El embajador de Taiwán, Adolfo Sun, es querido por todos y se le han dado las llaves de diferentes municipios en Amatitlán, Cabañas, Teculután, y como Hijo Predilecto en Estanzuela, Zacapa, entre muchas más. Tomaría mucho espacio colocar todas sus distinciones del 2013 al 2015.

No obstante, hoy domingo 2 de agosto del 2015, Sun recibe un homenaje por parte de Fundación del Bosque Tropical-FBT y Casa de Jade por su encomiable labor en el país, otorgándosele La Máscara de Jade en el Palacio de los Capitanes de Antigua, Guatemala. Este reconocimiento se otorga cada dos años, y la primera vez fue otorgada a Cervecería Centroamericana por su excelente planta de reciclaje.

Adolfo Sun es querido por todos y quizás su forma de ser y de pensar orientado al servicio al prójimo sea derivado de las enseñanzas de Confucio. Y ahora preguntamos de nuevo ¿quién es Adolfo Sun? A través de la Fundación Budista Taiwanesa Tzu-chi, Sun ocupa sus fines de semana en compañía de sus colegas de la Embajada en visitar hospitales, asilos de ancianos u orfanatos para llevarles ayuda humanitaria. Más claro no canta un gallo. Sun es un ser extraordinario con un equipo de personas que le rodean extraordinarias. Por todo ello, damos las gracias a un embajador y a un país que ha velado por nosotros por muchísimos años con proyectos de desarrollo. ¡La Máscara de Jade se la merece!

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