DE MIS NOTAS

Una Trump-eada

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Si les sobran ganas a algunos para meterle una trompada a este Trump irreverente —“McCain no es héroe…”— ; —“cuando México nos manda a su gente, no nos manda lo mejor…”—, tenga paciencia porque es evidente que entre más visceral se comporta Trump, más titulares atrae.

Cualquiera diría que esa sopa de letras medio disléxica que sale de su boca tendría algún efecto entre el republicanismo conservador para descalificarlo y tirarlo al olvido como un personaje bufón, incapaz y peligroso de ocupar la Casa Blanca. Pero resulta que no. Lo adora un segmento cada vez más creciente de conservadores salidos del bolsón radical republicano Tea party y algunos renegados francamente decepcionados del Congreso y el Senado en los últimos años.

Sus agruras confesionales ante los medios tiene salivando a toda la prensa. Cada gesto, cada palabra, que sale de Donald Trump es replicada como campanario. Lo adoran. Pero también lo odian, y es entre ese síndrome de “amo-te odio” que se mueve el personaje de peluquín cómico, dentadura destellante y desfachatez histriónica.

Hay que admitirlo, Trump tiene en ascuas a la élite republicana del partido. No saben qué hacer con él. Si lo empujan a salirse del partido, el efecto boomerang los afectaría grandemente como aconteció con Perot, cuya participación electoral permitió la subida de Clinton. Es en esta salsa picante hostil a nivel de liderazgo interno que se mueve Trump en la carrera que finalizará esta semana en Iowa.

Bad with him, worst without him, dicen los analistas republicanos. Así, en menos de 10 semanas Trump ha tenido una aceptación impresionante con un discurso simple, directo y atrevido, la mayoría por calificar de ineptos e inútiles a los políticos de Washington sin hacer una distinción si son republicanos o demócratas. Algo con lo cual no pocos ciudadanos estadounidenses están de acuerdo.

Para los analistas serenos, Trump no deja de generar preocupación. En las condiciones de fragilidad geopolítica que vive el mundo un presidente con verborrea de halcón puede abrir todo un abanico de consecuencias imponderables. La inestabilidad del Medio Oriente con Irán, Israel, Siria e Isis, más los otros conflictos latentes con Rusia, Venezuela y China son reales. Las vulnerabilidades de abrir ventanas a escenarios de riesgo, tanto diplomáticos como económicos, preocupan.

Otros piensan que se está evaluando mal a un empresario cuya fortuna es tan frágil como el tablero geopolítico en que vivimos y, por ende, con la capacidad de medir consecuencias. “Quizás lo que necesita el mundo es ese pragmatismo directo, frontal tan diferente al acostumbrado trato diplomático tan abusado en las negociaciones tradicionales” —argumentan algunos analistas, pensando en Irán y en la comparación con una Hillary cada vez más errática y criticada.

Quizás es factible que alguien con un estilo más pragmático de manejar la Casa Blanca pueda tener mejor desempeño en asuntos tan elementales como el manejo de los migrantes, la generación de empleo y la atrofia parlamentaria que tiene hasta el copete al público de ambos partidos, piensan algunos.

The Economist adelanta, sin embargo, que Trump no verá el buen día en Iowa y no saldrá electo en las primarias. Argumenta que las credenciales para ser un candidato presidencial tendrán un peso crítico para un electorado que se está fijando también en las mediciones contras, una Hillary con creciente énfasis populista. Las estimaciones indican que Trump perdería contra ella. El influyente semanario deja ver también que Trump podría estar fraguando una negociación para recibir de la poderosa bancada republicana en el Congreso y el Senado eventuales jugosas prebendas en trámites y permisos gubernamentales para sus empresas. El precio, claro está, es que renuncie a sus aspiraciones políticas.

Sea lo que sea. El mundo entero observa.

alfredkalt@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.