La Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) aseguró que aunque el fenómeno no es nuevo, se ha incrementado, por las debilidades institucionales, principalmente por la escasez de personal profesional para atender a los niños, y por la sobrepoblación en los hogares.

El problema también se ha detectado en centros privados, aunque por las medidas y alertas implementadas, los encargados han podido prevenirlo.

Así lo vivió

Hace seis meses, Gloria Pérez —como pidió ser identificada, por temor a represalias— dejó el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en la aldea El Platanar, San José Pinula.

Aunque dijo estar agradecida por el apoyo, contó que dos veces se escapó, convencida por sus compañeras, para trabajar en un comedor.

“La verdad, solo buscaba huir de mis problemas”, refirió Pérez mientras jugaba con una pulsera que llevaba en la muñeca.

Agregó: “La primera vez que nos escapamos fue de noche. Recuerdo que me llevaron a una discoteca. Los conocidos de la persona con que huí me pidieron que entregara una bolsa a unos hombres que abordaban un vehículo frente al lugar. No sé qué era, solo la llevé. Mi compañera me dijo que era droga. La verdad, solo cumplí la orden y regresé”.

Como Pérez, unos 600 jóvenes y niños se encuentran en riego de ser reclutados para alguna modalidad delictiva, según información de la Defensora de las Personas Víctimas de Trata de la PDH, Sandra Janette Gularte.

“Ahora bien, nosotros hemos tenido información de los profesionales que atienden esos centros, donde llegan jóvenes que han tenido acercamientos con los grupos, pandillas o crimen organizado, y que van con la idea de buscar a adolescentes y niñas en situación de vulnerabilidad, con el fin de engancharlas para que cometan una serie de delitos, para trata de personas o reclutamiento de pandillas y crimen organizado”, comentó Gularte.

Grupos

Los jóvenes son reclutados para integrar alguna pandilla y para la prostitución, según la defensora de la PDH.

“Tengo entendido que es para el ingreso a las maras, y el otro es para la prostitución de niñas o adolescentes, dos modalidades de trata, de alguna manera”, afirmó Gularte.

La representante de la PDH agregó que el problema prolifera por las debilidades institucionales que afrontan las casas responsables de brindar atención y refugio, principalmente por el descuido o falta de atención de las “cuidadoras”, aunado a la sobrepoblación en esas instituciones.

“En Mi Hogar Seguro, donde están las adolescentes, hay más de 200 niñas que están recluidas en siete dormitorios y hay una cuidadora por cada 30, aproximadamente. Es latente que el bajo personal no se da abasto para cuidar a una persona con múltiples perfiles. Muchas veces las monitoras acompañan a las niñas a los procesos de protección y descuidan el grupo que tienen a cargo”, dijo Gularte.

Leonel Dubón, director de la Asociación Refugio para la Niñez, señaló que, como en los hogares estatales, el reclutamiento se da en los privados, aunque allí hay más control.

“El problema se da. En el refugio a mi cargo se dio un caso; sin embargo, por los mecanismos de prevención que se tienen, se detectó a tiempo”, comentó Dubón.

El director del Refugio de la Niñez dijo que conoce cinco casos que ocurrieron fuera de la institución y que ha alertado a las autoridades.

Verónica Galicia, jueza de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, aseguró que no tiene información del problema en esos refugios, aunque reconoció que existen denuncias por ese tipo de reclutamiento en centros educativos.

“Sí nos han llegado adolescentes que han estado en hogares de protección, pero porque al salir han cometido algún delito. Referente a los casos de reclutamiento, solo hemos recibido de escuelas y en los institutos públicos, para pandillas, más que todo, son reclutados”, dijo Galicia.

El Ministerio Público (MP) afirmó que no tiene conocimiento de los reclutadores en los centros de protección ni denuncias sobre algún caso relacionado con el tema.

Violación de DDHH

La defensora de la Niñez declaró que la PDH “ha sido muy clara” al denunciar violaciones de derechos humanos en los hogares seguros. “Las violaciones se dan principalmente en dos de ellos: Mi Hogar, que es para adolescentes mujeres, y San Gabriel, para varones. Se ha comprobado que allí hay poblaciones mezcladas, desde alguien que sufre abusos en su casa hasta quienes utilizan algún tipo de droga”, aseveró.

Aseguró que para abordar el tema se reunió con representantes de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), hace unas semanas. Los puntos abordados fueron la sobrepoblación y falta de personal.

“El último punto nos preocupa, porque desde el año pasado se despidió a varios trabajadores, y a la fecha no se han contratado. Está claro que no tienen la capacidad de atender a las niñas. Tengo entendido que ocho psicólogas atienden a 600”, denunció.

Se intentó obtener la versión del SBS, y pese a la insistencia en el área de Comunicación Social no fue posible contactar a ningún funcionario.

Hogares de protección

• Virgen de la Asunción  atiende a niños y adolescentes de  0 a  18 años, víctimas de violencia física, psicológica y sexual, con discapacidad leve y víctimas de trata, tanto sexual como física y económica. 
• Hogar temporal en Zacapa y Quetzaltenango: atiende  a niños y adolescentes de 0 a 12 años  víctimas de violencia física, psicológica y sexual, además de jóvenes con problemas de adicción y explotación laboral y económica.

• Centro de Abrigo y Bienestar Integral:  atiende a niños y adolescentes de 5 y 18 años, con discapacidad mental en diferentes niveles, que se encuentran en situación de abandono y orfandad.

• Entre los  centros privados de protección de menores  se encuentra el Refugio de la Niñez, una organización que recibe a niños víctimas de trata, violencia sexual, explotación y trata de personas. Además ofrece además asistencia legal.