Revista D

“La Independencia fue un proceso”

Los textos invisibilizan la participación de los indígenas en el proceso independentista.

Coralia Gutiérrez (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

Coralia Gutiérrez (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

Cuando se cursan los primeros años de la educación primaria se aprende a través de los textos de Estudios Sociales que la Independencia, que se firmó el 15 de septiembre de 1821, fue producto de la lucha de los criollos, lo cual, según la doctora en Historia Coralia Gutiérrez Álvarez, no es cierto porque fue el resultado de un proceso de varios años y en el cual tuvo incidencia la población indígena.

Gutiérrez afirma que los libros solo cuentan la versión de los criollos, quienes siempre han ostentado el poder, y que esta historia parte de tres supuestos: primero, que la Independencia fue un evento que se llevó a cabo en un solo día, el 15 de septiembre. Segundo, que los protagonistas fueron únicamente los criollos, y tercero, “que el resto de la sociedad estuvo ausente, y si participó fue de manera casual”.

¿Cuál fue la participación, según sus investigaciones, de los indígenas en la búsqueda de la Independencia?

De este tema se habla muy poco, incluso solo hay un par de libros que narran la rebelión de Totonicapán (julio de 1820), que fue la más importante del período de la Independencia. El problema es que estas obras no se utilizan para la formación y conciencia cívica escolar.

Desde el poder del Estado, en las escuelas solo se enseña la historia oficial, la cual indica que la Independencia fue obra de los criollos, quienes al final, casi, fueron los exclusivos beneficiarios de dicho evento. Hay que considerar que esta idea fue construida por varios historiadores inmediatamente después del 15 de septiembre.

¿Quiénes fueron?

Los historiadores Manuel Montúfar y Coronado, y Alejandro Marure. Los supuestos de esta versión indican que la Independencia fue un evento que duró solo un día, que se trató de un hecho planeado por un grupo homogéneo de criollos y que el resto de la sociedad estuvo ausente, y si participó, fue de manera casual.

Está reducida a que los grupos fueron manipulados para que se apostaran frente a la entrada del salón y las ventanas del Palacio, y la plaza contigua. Digamos que son los grupos que doña Dolores Bedoya de Molina invitó a que llevaran la marimba, los cohetes y todo lo demás que nos cuenta la historia oficial.

Pero la Independencia fue un movimiento complejo. Los recientes estudios históricos proponen arrancar en 1808. Si vemos solo el 15 de Septiembre dejamos fuera a los españoles, indígenas y a los grupos de presión que se alojaron en los ayuntamientos constitucionales después de 1810, cuando Cádiz decretó las elecciones de ayuntamientos.

Entonces, ¿en qué momento se principió a gestar la Independencia?

Considero que sucedió en varios períodos. El primero, quizá el más largo porque venía del siglo XVIII, se dio con la llegada de las ideas de la Ilustración, Liberalismo y Constitucionalismo, que empezaron a incidir en la vida política americana y en particular del Reino de Guatemala.

Esto fue un punto muy importante, porque las ideas son las que construyen los proyectos políticos y en este caso animó a muchos de los participantes del movimiento independentista. Si nos vamos a lo más específico de la junta del 15 de Septiembre, los que participaron eran hijos de la Ilustración.

¿Hijos de la Ilustración?

Sí, porque tenían estas ideas y muchos de ellos, a partir de la Revolución Liberal española de 1808, fueron contagiados con el liberalismo, aunque claro no como el francés, porque tuvieron el colador del pensamiento español muy ligado a la Escolástica y la idea del derecho natural. Todos los que figuraron antes y después del 15 de septiembre eran Ilustrados; por ejemplo, los editores de los periódicos de esos años: José Cecilio del Valle y Pedro Molina. Además, Antonio García Redondo, el oidor Villa Urrutia y los fundadores de la Sociedad Económica de Amigos del País.

¿Cómo incidieron los indígenas en este proceso?

El fogueo que tuvieron los indígenas durante las elecciones les dio la oportunidad de practicar lo que hoy conocemos como cabildo abierto. A raíz de esto, ellos fueron capaces de procesar las nuevas instituciones que entraron con la Revolución Liberal española de 1808 y se apropiaron, en algún sentido, de la gestión municipal, pero en un marco diferente de más amplitud política.

Cuando Napoleón invadió España, los españoles se revelaron y encendieron las ideas liberales, entonces plantearon la idea de integrar un ayuntamiento constitucional basado en la amplia participación de los adultos en los cabildos; esto le dio fuerza al poder local. Entonces se puede decir que entre 1808 y cuando se proclamó la Independencia, hubo una gran participación indígena a nivel de las elecciones.

También hubo conflictos, porque parte de las reformas suponían simplemente integrar un ayuntamiento para cierta cantidad de gente, y a veces en los ayuntamientos hubo indígenas y ladinos, y eso fue fuente de conflicto. Los indígenas pelearon por un ayuntamiento propio.

¿Fue esta la base de las actuales municipalidades indígenas?

Totalmente, incluso es la forma tradicional de hacer política a través del cabildo abierto. Entre febrero y septiembre de 1821 hubo muchas peticiones de los pueblos a la Audiencia sobre la abolición de los tributos, los azotes y los servicios personales.  Estos fueron logros netos de los indígenas.

¿Cómo se integraron estas instituciones?
Desde antes de la llegada de los españoles, los indígenas contaban con los chinamit, donde se tomaban decisiones colectivas y se llevaban a cabo asambleas comunales. Este proceso fue retomado por los españoles para organizar el territorio.

 Mucha gente se pregunta cómo fue posible que un puñado de españoles  dominó durante cientos de años. Lo que sucedió fue que negociaron con los dirigentes indígenas para darles bastante autonomía en su forma de gobernarse, si ellos daban cierta contribución.  Así funcionó en el período Colonial lo que hoy conocemos como  cabildo.

¿Cuál fue el ambiente en los años previos al 15 de septiembre de 1821?
Desde 1810 hubo una gran agitación por las elecciones para tener representación en las Cortes de Cádiz, pero sobre todo lograr que les autorizaran sus ayuntamientos, por lo cual hubo alzamientos  en El Salvador, en 1811; en Granada, Nicaragua, en 1812; Tegucigalpa, Honduras, en 1812, y en la capital de Guatemala y Totonicapán, en 1813, o sea que  estamos hablando de varios  años antes del 15 de septiembre. 

En esos años la Audiencia, que era el  máximo poder del  Reino de Guatemala, recibió una lluvia de solicitudes de pueblos como el caso de  San Miguel Chajul, Santo Domingo Xenacoj, Santiago Patzicía, Momostenango, San Francisco El Alto y Totonicapán, que pedían se respetara la abolición del tributo que habían decretado las Cortes de Cádiz. Esto fue una presión insoslayable para la clase política, porque no lo podían ignorar.

Pero la explotación no se detenía
Los nuevos enfoques historiográficos proponen  un equilibrio entre estos logros políticos, de manejarse de  manera autónoma y los enfoques socioeconómicos que tienen que ver con la explotación del trabajo, pero también hubo pequeños  momentos y espacios donde los indígenas tuvieron un margen de autonomía.

Y al final, ¿qué  se firmó ese 15 de septiembre?
Participó la clase política de la capital y hubo manipulación, porque esa acta fue de la independencia de la capital y no del Reino de Guatemala,  porque  el acta cita que se consultaría a las demás provincias del Reino de Guatemala, que tiempo después se convocaría a un congreso (febrero de 1822)  y se decidiría si la independencia se convertiría en absoluta o se llevaba a cabo la anexión a México.

Un documento que analizo de un alto funcionario de la burocracia española que estuvo en la junta, indica que la Independencia ya estaba decidida por el ayuntamiento de la capital de Guatemala y la diputación provincial; no dice cuál fue el punto de discusión, pero se infiere que era  declarar la independencia total de España o independizarse  y anexarse al imperio de  México.

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