Revista D

Ocio y diversión en la oficina

La filosofía Work & Play es una nueva forma de mejorar  la productividad de los trabajadores.

Los socios de erranT, espacio cowork. (Foto Prensa Libre: EFE)

Los socios de erranT, espacio cowork. (Foto Prensa Libre: EFE)

La zona californiana de Silicon Valley (Valle del Silicio)  no solo es la sede de algunos de los gigantes de la tecnología y de miles de empresas emergentes en esta rama, sino que además es el centro líder en EE. UU. y punto de  referencia mundial en innovación.

Una de las últimas tendencias en esa cuna de progreso (www.siliconvalley.com) es la nueva metodología de Work & Play o W&P (Trabajo y juego).

“La empresa baluarte de esta  es Google, pero esta nueva forma de entender el trabajo está presente en casi cualquier empresa de reciente creación en el ámbito de las nuevas tecnologías en Silicon Valley”, explican Juan Pedro Godoy y Víctor Tostado, cofundadores de LudiQus (www.ludiqus.com),  una consultoría de ocio corporativo que aplica Work & Play en Europa para mejorar la productividad laboral a través del ocio.

“Esta metodología, en cuya aplicación intervienen psicólogos, diseñadores y arquitectos, la utilizan corporaciones como Microsoft, Facebook, Twitter, Intel, Yahoo, Apple o Ebay, entre muchas otras menos relevantes,  pero igual de exitosas”, añaden los impulsores de esta empresa especializada en crear zonas de ocio y sistemas de gamificación para empresas, entre otros servicios.

La gamificación, derivada del término inglés gamification y también llamada “ludificación”, es el uso de mecánicas propias de los juegos y el ocio en entornos y aplicaciones no lúdicas para potenciar la motivación, la concentración, el esfuerzo, la fidelización y otros valores positivos en grupos de personas.

“Por utópico que parezca el objetivo del W&P es que el empleado, el domingo por la noche, tenga ganas de que llegue el lunes para ir a la oficina, porque sabe que es un lugar de disfrute y no de sufrimiento y monotonía”, señalan Godoy y Tostado.

Los expertos también explican que Work & Play es una metodología de trabajo que nació de la necesidad de conciliar la vida personal y profesional en empresas tecnológicas, donde la media de edad es muy baja, gente muy joven y muy cualificada que ha emigrado para trabajar en compañías punteras de su sector.

“Estas personas se encontraban solas, en su gran mayoría, y focalizaban su vida personal en quienes iban conociendo en su trabajo día a día, ante lo que las empresas se preguntaron: ¿por qué no intentar maximizar el rendimiento de esos trabajadores  trayendo el ocio a la oficina, de modo que no distingan la línea que separa la diversión del trabajo?”, explican desde LudiQus.

“Así las empresas consiguieron generar un mayor grado de lealtad, una mejora en el sentido de pertenencia a la empresa, una mayor creatividad y, en líneas generales, más motivación entre sus trabajadores, con el valor añadido de lo que esto supone como gancho de atracción de capital humano cualificado”, añaden.

Consultados  sobre cómo se aplica el W&P, Godoy y Tostado  señalan que  “en todas las empresas veremos a compañeros improductivos metidos en alguna red social  o viendo online una revista deportiva, para matar el tiempo, pero  si se crean zonas de ocio en el lugar de trabajo y se gestionan de forma activa, junto con metodologías de trabajo lúdicas, se puede conseguir que esos trabajadores gestionen de modo más eficiente su tiempo laboral, por ejemplo compitiendo en una liguilla interna de futbolín”.

“Esto obedece, según estos expertos, a que una correcta gestión del ocio y de los tiempos de descanso reduce considerablemente los tiempos improductivos de los empleados, porque se acotan los momentos de esparcimiento, que de otro modo cada trabajador se distribuye como él mismo cree conveniente”.

Una de las metodologías para conseguirlo es la técnica del pomodoro (tomate),  creada por el consultor italiano Francesco Cirillo (francescocirillo.com), centrada en la ejecución de tareas y consistente en trabajar durante 25 minutos (un “pomodoro” ) y hacer una pausa de cinco minutos; cada cuatro “pomodoros” puede efectuarse una pausa adicional de 15-20 minutos. 

Respecto de las zonas de ocio del W&P,  Godoy y Tostado destacan las llamadas Play, con juegos de mesa que potencian la cohesión entre compañeros y la descarga de adrenalina como billar, futbolín o ping pong; Digital, con sensores de movimiento, videojuegos y  la última tecnología, para el disfrute y la participación colectiva de los trabajadores; y Green,  un espacio dedicado al cultivo y cuidados de huertos ecológicos dentro de la empresa, de forma colaborativa o competitiva.

Asimismo, señalan que en los últimos años están proliferando las empresas que realizan procesos de gamificación en entornos de aprendizaje, aulas, talleres y universidades, y que en esta materia una de las referencias es Classcraft (www.classcraft.com/en).

Classcraft es un  juego de rol educativo en línea que se adecúa al plan educativo de las escuelas y colegios, donde  los maestros y los estudiantes juegan juntos en el aula, utilizando muchas de las convenciones de los juegos actuales, y posibilitando a los jóvenes subir de nivel, el trabajo en equipo, y que ganen competencias con consecuencias en el mundo real, es decir,  en su educación, progreso y calificaciones.

“Los mismos procesos que se desarrollan en proyectos de gamificación para escuelas como Classcraft pueden aplicarse a entornos empresariales, haciendo que procedimientos rutinarios  y monótonos que pueden embotar la cabeza de cualquier empleado, sean divertidos, tengan un porqué y una recompensa a corto plazo”, señalan los fundadores de LudiQus.

“El objetivo es que trabajar sea algo divertido y esto se puede conseguir aplicando a las tareas diarias mecánicas de juego: otorgando puntos, obteniendo recompensas, alcanzando logros o metas, participando en clasificaciones, subiendo niveles, adquiriendo personalizaciones, consiguiendo premios, planteando desafíos o compitiendo”,  añaden.

“Nuestro equipo de psicología, considera que el pilar para un buen rendimiento de un trabajador es su estado anímico, y  por eso hay que hacerle llegar la idea fundamental de que el trabajo también puede ser divertido”, enfatizan.

Según Godoy y Tostado, cuando un trabajador está a gusto en su puesto, se siente valorado y parte de una gran familia, ya no toma su trabajo como una obligación o un medio para pagar deudas y gastos, sino como un portal donde desarrollar y aplicar sus cualidades para mejorar los resultados que dependen de él en beneficio de la empresa.

Otros factores importantes que van de la mano del estado de ánimo del trabajador y que se potencian con una filosofía laboral más lúdica son “la implicación voluntaria para optimizar su puesto, la espontaneidad y la creatividad, orientadas al desarrollo de nuevas vías de negocio o de mejora de las actuales”, señalan.

 

  EFE-Reportaje

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