Entre sus puntos favorables está su cámara trasera de 16 megapixeles, cuya claridad rivaliza la de cámaras digitales de alta gama, y la grabación de videos de 4K. También se incluye, junto con el flash de la cámara trasera, un sensor para controlar el ritmo cardiaco y la oxigenación de la sangre.

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Se echa de menos, sin embargo, una batería un poco más duradera, ya que el tamaño de la pantalla hace que esta consuma mucha energía.  

El famoso S Pen, el “lápiz” que viene inserto en el móvil, tampoco será algo que haga suspirar a aquellos que prefieren   usar sus dedos.

La cuarta generación del teléfono que se atrevió a innovar en la gama de phablets llega más potente y liviana que nunca, una buena opción para quienes optan por llevar gran parte de su trabajo al móvil.