Vida

Relax durante el embarazo

El embarazo es una etapa que debe vivirse a plenitud, de ahí la necesidad de encontrar diferentes mecanismos encaminados a cumplir este fin, y uno de ellos son los masajes que proveen relajación.

la pareja puede brindar un suave masaje a la gestante.

la pareja puede brindar un suave masaje a la gestante.

Lo primero es preguntar al médico si se está en condiciones de recibir un masaje, ya que muchos ginecólogos lo recomiendan a partir del segundo trimestre. El objetivo de este es mitigar las tensiones, aliviar el dolor y algunas dolencias propias de la etapa, entre ellas, los malestares lumbares, que afectan al 70 por ciento de las gestantes, así como combatir la inflamación del nervio ciático y pélvico, que lo padecen más del 40 por ciento.

Los masajes también permiten disfrutar de un tiempo de tranquilidad para la gestante, que la revitalizan en el plano psicológico y emocional y le dotan de nuevas fuerzas para afrontar el resto del embarazo.

Es fundamental verificar la preparación y experiencia del personal que practicará la técnica; de lo contrario, más que un beneficio puede representar un riesgo para la salud de la mujer y del bebé.

Importante

En el primer trimestre, los masajes en el vientre, en la zona lumbar o la manipulación en las articulaciones están contraindicados. Es posible recibir masajes en los hombros, en la zona cervical, pies o piernas. Hay que evitar los productos perfumados, ya que en este período hay mayor sensibilidad a los olores y es posible que causen malestar.

Algunos tipos

La embarazada puede recibir distintos tipos de masajes en función de sus necesidades terapéuticas o de relajación. Estos son los tratamientos más comunes por los que pueden optar:

Terapeútico: está orientado al alivio de algunos de los dolores más frecuentes, como los causados por contracturas musculares o por la ciática. Esta afección es muy común en la gestación, consecuencia de la inflamación del nervio ciático. Produce un dolor intenso en la zona lumbar, que se puede extender al resto de la pierna. El masaje en las zonas afectadas alivia el dolor y ayuda a reducir la tensión muscular.

Circulatorio: se puede practicar desde el cuarto mes de embarazo, para activar la circulación de la mujer embarazada y prevenir problemas relacionados con la retención de líquidos. El masajista incidirá, sobre todo, en las extremidades, especialmente en las inferiores (piernas), que es donde existe mayor riesgo de hinchazón y pesadez, por las alteraciones circulatorias que se producen durante el embarazo.

Relajante: el estrés o ansiedad que afecta a muchas mujeres durante la gestación puede reducirse con un certero masaje que ayude a relajar el cuerpo y la mente de la futura madre, en especial cuando se disfruta en un ambiente tranquilo y acogedor. La mujer puede recibir un masaje corporal genérico —que incluya distintas zonas— o bien una manipulación en alguna parte específica del cuerpo, como la cabeza o los pies.

Drenaje linfático: esta técnica está indicada para las embarazadas que tienen un exceso de retención de líquidos durante la gestación. Los especialistas lo recomiendan en las últimas fases del embarazo, cuando los síntomas de hinchazón —que se producen, en especial, en los pies y los tobillos— resultan muy incómodos e incluso impiden mantener la actividad diaria. Este consiste en masajear las zonas afectadas para encauzar el líquido retenido hacia el torrente sanguíneo, y así facilitar su eliminación por las vías naturales.

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