Características y cuidados de un macho alfa

Aprende a identificar si tu mascota es un macho alfa y toma nota sobre cómo controlar ese ímpetu de manera positiva.

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Se escucha mucho el término “macho alfa” en diferentes situaciones de la vida. Cuando se refiere a animales, el macho alfa es un animal imponente, dominante y terco hasta cierto punto. Por ser dominante desde el nacimiento, es el más grande y fuerte de la manada. Será el que tome los mejores lugares para alimentarse, comerá primero y en mayor cantidad y hará ejercicio de manera constante para mantener su jerarquía.

La presencia del macho alfa se da solo en animales gregarios, es decir, en los que forman manadas. Es por ello que no existen gatos que sean machos alfas porque los gatos son animales individualistas.

Muchos animales de compañía pueden tener machos alfa entre su manada o bandada. Sin embargo, siempre que exista un macho alfa en la familia, este debe ser educado y adiestrado para que no domine a sus dueños y pase a ser un macho beta frente al dueño. De esta manera, el perro considerará al dueño como líder de la manada y no se le permitirá sobrepasar la autoridad de su dueño dentro de casa.

“Es un peligro permitir que una mascota se imponga como alfa en el hogar, ya sea macho o hembra. Esto lleva a actitudes agresivas, cuando enseñan los dientes, gruñen o no hacen caso e incluso se sientan sobre sus dueños para demostrar que están, literalmente, están encima de ellos. El dueño debe tener una actitud firme y entrenarlo y dirigirlo con dominancia, sin utilizar gritos ni golpes. Es un grave error sobreproteger a la mascota, en especial cuando son pequeños, porque esto solo conlleva a desarrollar agresividad, y no debilidad, como sucede con los humanos. Un dueño de carácter débil no debe tener perros de razas especializadas en guardianía o protección porque les costará contener el carácter de la mascota. Por ello es importante proceder al entrenamiento para que el dueño aprenda a dirigir a su mascota de manera correcta”, recalca el licenciado en Zootecnia José Daniel López.

López explica que la castración, además de controlar algunas actitudes negativas, disminuye el ímpetu del macho alfa cuando es castrado de cachorro, pues baja la testosterona y se convierte en un animal dominado por el dueño. Un macho alfa también recibe educación de su madre. Por eso es importante que los cachorros convivan con ella por lo menos hasta los dos meses de vida pues ella les enseña sobre jerarquías. No importa el orden de nacimiento, si fue el último cachorro o el primero en nacer. La conducta del macho alfa es nata e instintiva.

Noé dice…

Invertir en entrenamiento es asegurar que la mascota sabrá comportarse en todo momento, respetará horarios de alimentación y mostrará sumisión ante el dueño, lo cual facilitará su manejo y evitará accidentes peligrosos.

Fuente: licenciado en Zootecnia, José Daniel López.

 

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