Cada vez son más los hogares con mascotas en el mundo. Según datos del diario español El País, más de mil millones de animales de compañía conviven con sus familias en todo el mundo.

Esto hace que, por ejemplo, en Estados Unidos la población de animales domésticos se encuentra muy cerca de la población humana y por ello los gastos de los americanos en sus compañeros asciendan, de promedio, en torno a los mil dólares al año.

Tanto perros como gatos no muerden porque sí

La gran mayoría de estas familias se decantan por el gato y el perro. Estos suelen vivir dentro de la vivienda con sus dueños, donde se suelen encontrar con diferentes amenazas para su bienestar y salud, sobretodo, cuando son cachorros y tienen unos altos niveles de curiosidad por descubrir todo lo que les rodea y necesitan estar entretenidos todo el tiempo.

En el caso de los perros, una de sus formas de entretenimiento es morder todo aquello que está a su alcance, desde zapatillas o sofás hasta los cables, lo cual puede conllevar a tener un gran susto.

Igualmente les encanta comerse las plantas o flores que pueden ser un gran peligro para estos amigos peludos, ya que todas ellas en mayor o menor medida son perjudiciales para ellos, tanto para canes como para los felinos.

Los perros no muerden para fastidiar a sus dueños si no que es su forma de distraerse, lo hacen cuando se encuentran aburridos, bajo situaciones de estrés o alterados.

Se trata de algo que les reconforta y tranquiliza. En lo que respecta a las plantas, además les resulta refrescante, por lo que les gusta aún más. Por eso siempre es conveniente que dispongan de agua fresca y, en los días de calor extremo, se les puede dar un trozo de sandía fría. Les resulta muy agradable y reconfortante.

Para aminorar la posibilidad de una ingesta de plantas tóxicas, no debemos deshacernos de todas las que haya en casa, si no que, lo primordial, es darle una buena educación a estos fieles compañeros y enseñarles que las plantas son una adorno y no un aperitivo.

Plantas navideñas, todas peligrosas cuando las ingieren

La época de Navidad no es recomendable para ellos ya que, tanto la flor de pascua como el acebo y el muérdago son muy nocivas para su salud.

La primera puede producir indigestión, fuerte dolor abdominal, picores en la piel o edemas, entre otros síntomas.

El acebo es, sin duda, de las más venenosas, ya que con tan solo dos de sus frutos, puede provocar la muerte del animal.

La ingestión de un perro de planta de muérdago, puede ocasionarle problemas respiratorios o parálisis.

Por otro lado, nos encontramos con los bulbos de Amarilis, entre los que se encuentran los jacintos, que en grandes dosis pueden provocar la muerte de la mascota.

También tenemos como potenciales peligros a los tulipanes, cuyas repercusiones son las mismas que los anteriores y dependerá de la cantidad ingerida.

No obstante, las plantas más comunes y peligrosas en los hogares son la costilla de Adán (monstera deliciosa) y el poto, principalmente, por su escasa necesidad de cuidados y porque son ambas aptas para interiores.

Si se las comen las mascotas les pueden producir problemas gastrointestinales, dermatitis, dificultades respiratorias y, en el caso de la primera, si no es tratada, pondría en riesgo la vida de la mascota.

En cuanto a las coloridas hortensias, tanto para perros como para gatos, su ingestión puede presentar problemas intestinales, letargo, alteración de la frecuencia cardíaca y/o de la tensión.

En el caso de los gatos, se debe tener especial precaución con las aromáticas y bellas azucenas y con los lirios, debido a que su contacto puede provocar irritación en la lengua y el esófago. En determinadas especies de felinos puede provocar una grave insuficiencia renal.

Otra planta muy común en los hogares es la hiedra. Su contacto puede producir irritación y erupciones cutánea en nuestros animales, mientras que su ingesta puede ser letal para nuestro amigo de cuatro patas, ya que le puede provocar una parada respiratoria y/o asfixia.

La menos peligrosa, sin olvidar que ninguna es recomendable para su consumo en perros o gatos, sería el aloe vera, que simplemente puede producirles ligeras molestias digestivas con vómitos o diarreas.

No obstante, debemos tener muy en cuenta que, ante cualquier ingesta de planta o flor, dependiendo de la cantidad ingerida por el animal, si apreciamos que no se encuentra en su estado de ánimo habitual, tenemos que acudir lo antes posible a un veterinario que determine la situación.

En general, hay que tener en cuenta que no se conoce la totalidad de las plantas que pueden ser perjudiciales para nuestros fieles peludos.

Algunas de las plantas o flores venenosas y muy mortales para nuestros peludos amigos suelen aparecer en la época navideña, como el acebo. También lo son la hiedra y los tulipanes, entre otras.

Por Ana Fernández Alonso. EFE/REPORTAJES