Hace 16 días, un derrumbe de grandes proporciones obstruyó el paso del río Madre Vieja y causó que la hidroeléctrica dejara de funcionar. “Pedimos al Gobierno que envíe maquinaria para despejar el paso del afluente”, expresó.
La hidroeléctrica data de 1924, expuso Bernal, y por la necesidad de tener electricidad se las han ingeniado para repararla cuando se deteriora.
“La lluvia también causó cuatro derrumbes en el camino que nos comunica con el pueblo; nos organizamos y despejamos el paso, para que la ayuda pudiera ingresar, pero los días pasan y esta no ha llegado”, afirmó.
El líder comunitario señaló que muchas personas están aquejados de enfermedades respiratorias, manchas en la piel y oncocercosis, una fuerte afección parasitaria.
“Necesitamos que las autoridades nos provean de medicamentos, para evitar brotes de enfermedades que nos afecten a todos”, declaró.
Juana Mejía Chivalán, vecina del lugar, indicó que la comunidad vive de la producción del café y que la lluvia dañó nueve hectáreas de ese cultivo.
“Urge que nos ayuden con alimentos, porque no tenemos cultivos para vender, ni dinero para comprar suministros, y no contamos con reservas de granos básicos”, añadió.
Claudio Chutá, del centro de Salud, informó que los niños han sido afectados por diarreas, pero que ya están en tratamiento.
Tratamiento
“A los niños enfermos ya se les dio tratamiento médico para controlar la diarrea. En cuanto a la oncocercosis, cada seis meses se les da a los pobladores una pastilla para evitar que se desarrolle la enfermedad”, explicó.
El gobernador departamental, Érick de León, indicó que desconocía la situación de los pobladores de esa comunidad y calificó de “preocupante” el hecho de que no cuenten con los servicios básicos.
“Voy a convocar a las instituciones del Estado para que hagan una supervisión de campo y presten la ayuda necesaria”, puntualizó.
