“A las personas se les proporciona un juego de jabones y se les imparten charlas acerca de la importancia del lavado de manos antes de cada comida, para evitar infecciones intestinales”, refirió Arévalo.
Roxana Kinston, delegada de Clean the Works, de Estados Unidos, expuso que esta organización se dedica desde hace cinco años a procesar barras de jabón para donarlas a instituciones humanitarias y que sean distribuidas en poblaciones de escasos recursos de distintos países del mundo.