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La rutina tiene un orden, ya que desde temprana hora se efectúa la limpieza de los recintos que albergan a los perros que son utilizados en operativos, detecciones de ilícitos o requisas.
Las jornadas de trabajo de los canes son largas y muchas veces bajo el sol, por lo que son llevados a un área especial para que se desestresen, ya que el trabajo que hacen es delicado.
El instructor y guía canino, Giovanny Flores, explicó que las atenciones continúan, ya que los agentes les dan un paseo y los bañan, luego son ingresados a sus perreras por unas horas.
“En la tarde son llevados a un área llamada rundes haus lauffen, frase alemana que en español significa correr alrededor de la casa, pero que en entrenamiento nosotros lo conocemos como perros afuera jugando, esto para que se relajen”, cita la información del Mingob.
Tiempo para su compañero
Añade que es obligación de los guías darles un espacio de tiempo a su compañero canino para que se distraigan.
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Posteriormente a cada perro se les da su alimentación que incluye su ración de concentrado, aproximadamente una libra. También se les da sus respectivas vitaminas para el buen desempeño físico.
“Los canes de la institución poseen su servicio veterinario, que los visita cada mes en cada delegación y especialmente acá en la ECEC, que lleva controles de peso, medidas, control vitamínico, revisión de sus dientes, ojos y oídos”, destacó el instructor Flores.
Agregó que también evalúan la salud del pelaje, las patas y los signos vitales para que los perros estén en óptimas condiciones; además, los bañan con champú especial.
Cuando un K-9 fallece se les rinden honores porque contribuyó a la sociedad con la detección de sustancias ilícitas. Sus restos son inhumados en el cementerio de la ECEC, “para su descanso eterno”, refiere la información.
Perros jubilados
El instructor Flores indicó que en algunos casos cuando llega el tiempo de la jubilación de un perro, los guías pueden hacer una solicitud para quedarse con su compañero canino, para esto firman una carta de compromiso en la que se responsabilizan de brindarle los cuidados esenciales y primordiales.
“Es importante recordar que los guías y sus respectivos perros luego de trabajar durante tantos años de manera conjunta llegan a formar un importante vínculo, en el cual es difícil separarse y son como una familia, por lo que es muy recomendable que continúen juntos”, detalló Flores.
Flores tiene 16 años de pertenecer a la SGAIA, de estos nueve años fue guía canino y lleva cuatro como instructor de guías; además, posee un diplomado en Enfermería Canina obtenido en Colombia.
Día de trabajo
Uno de los agentes caninos olfatea un picop en la aldea La Ruidosa, Morales, Izabal, donde este martes autoridades decomisaron 24 paquetes con posible droga.
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