Guatemala

Pensionados del IGSS acuden al Camip porque no tienen quien recoja sus medicamentos

Ante la emergencia por el covid-19, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social autorizó que familiares u otras personas autorizadas reclamen los medicamentos de los pacientes; sin embargo, muchos de los afiliados no están informados o no tienen algún familiar que les pueda efectuar las gestiones.

Personas de la tercera edad llegan al Camip de la zona 12 ante la falta de un familiar o conocido que recoga su medicamento. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)

Personas de la tercera edad llegan al Camip de la zona 12 ante la falta de un familiar o conocido que recoga su medicamento. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)

Este martes fue menor la cantidad de personas de la tercera edad que se observó en  los Centros de Atención Médica Integral para Pensionados (Camip) del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en comparación con la semana anterior, cuando muchos dijeron no estar informados de las disposiciones del seguro social, aunque en esa institución se asegura que se notificó a la mayoría de pacientes vía telefónica.

Mateo, de 75 años, llegó a eso de las 10 horas al Camip de la zona 5 para reclamar sus medicamentos, aunque no se le permitió ingresar y debió pedir a otra persona para que le efectuara las gestiones

“No tengo a nadie que me reciba los medicamentos, pero aquí me harán el favor, solo debo esperar porque no me dejan entrar “, aseguró.

Como Mateo, muchos dicen que no tienen algún familiar que pueda acudir al Camip en su lugar, o estas personas no tienen tiempo por su trabajo.

Delegados del IGSS aseguraron que incluso puede acudir otra persona que no sea familiar, siempre y cuando pida una carta de autorización.

Las personas de la tercera edad son más vulnerables ante los efectos del covid-19, razón por la cual se autorizó que alguien más recoja sus medicamentos. (Prensa LIbre: Erick Ávila)

Atención

Patricia Valiente también acudió al Camip de la zona 5 para recoger la medicina de su padre de 70 años y aseguró que la gestión fue rápida.

“El me pidió favor porque es mayor de 70 años, lo llamaron por teléfono, es una buena estrategia para cuidar a las personas mayores”, señaló.

Inconformidad

Entre tanto, Carolina Gordillo se manifestó molesta al asegurar que en el Camip de Pamplona no se respetan los protocolos de seguridad y la entrega de medicina ha sido lenta.

“Se me pasaron las citas porque en el número 1522 no contestan, durante el tiempo que estuve en la fila llamé y no contestaron, todos estamos aquí desde las 7 de la mañana y mire, son las 11, ahorita que ustedes vinieron nos pidieron el distanciamiento social, pero antes no aplicaban el protocolo, vine a traer recetas y es molesto que no lo atiendan rápido, pedimos que supervisen para que no engañen a la gente”, señaló.

Marta Morales, de 65 años, dijo que por necesidad acudió al Camip de la zona 5, ya que su hija no pudo efectuar las gestiones y recoger las medicinas.

“La atención es buena, vino mi hija pero se tuvo que ir por su trabajo, pero otra persona me hizo el favor de sacarme el medicamento, no es necesario que vengan los mayores porque no nos dejan entrar”, precisó.

Aunque son menos, aún se puede observar a personas de la tercera edad en las afueras del Camip, a la espera de sus medicamentos. (Prensa Libre: Erick Ávila)

Postura

En el IGSS se informó que las personas de la tercera edad que no tienen quien reclame los medicamentos “se delega a alguien del Camip para que ingrese, pida los medicamentos y se los entregue al pensionado”.

En cuanto a los protocolos de seguridad, se informó que se respeta el metro de distancia cuando las personas se encuentran en las filas a la espera de ser atendidas.

También reiteraron que por el momento solo se atiende de 7 a 12 horas en las tres sedes de Camip de la Ciudad de Guatemala.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.

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