Entre las principales dificultades a las que se enfrentan los apagafuegos está el acceso al agua, elemento principal para controlar un siniestro.
William González, portavoz de los Bomberos Voluntarios, comentó que en la capital el área de más riesgo es La Terminal, en la zona 4, donde cada día se reúnen miles de personas, entre comerciantes y compradores, y que en los últimos años varios de sus sectores han sido pasto de las llamas.
En ese lugar no hay sistema de hidrantes, según González, quien recuerda que en la 4av. y 6ª. calle de la zona 4, a un costado de La Terminal, hay uno, pero dejó de ser utilizado desde hace más de ocho años, pues las roscas donde se colocan las mangueras fueron dañadas.
De esa cuanta, cuando se registra una emergencia ese ese lugar, solo tienen dos opciones para abastecer sus camiones cisternas, en el Parque de la Industria, zona 9, y la sede de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), zona 13; sin embargo, aparte del recurso económico que se invierte, también se pierden minutos valiosos que podrían ser utilizados en el control del fuego, detalló el socorrista.
González agregó que otra de las dificultades que hay en La Terminal es la falta de organización, pues cuando se inicia un incendio el pánico se apodera de inquilinos y compradores, lo que hace más complicado el trabajo de los rescatistas.
En la cabecera de Chimaltenango ocurre algo similar, pues en ese lugar hay dos mercados, el Central y La Terminal, este último escenario de varios siniestros que inclusos se han cobrado algunas vidas. En ese lugar, los Bomberos Voluntarios están conscientes de que al momento de una emergencia de grandes dimensiones su trabajo se vería limitado por dos razones, el difícil acceso para las unidades contraincendios y la se carencia de hidrantes.
Luis Álvarez, director de la 21 compañía de los Bomberos Voluntarios en ese lugar, asegura que sí se llegara a ocurrir un incendio de grandes dimensiones en el mercado La Terminal un viernes, día plaza, les sería imposible actuar, ya que sus unidades tendrían que quedarse a unos 500 metros, una distancia difícil de cubrir con las mangueras que poseen. En ese lugar se calcula que hay más de dos mil 500 puestos de venta, algunos de dos pisos y por lo general de madera.
Agregó que en los mercados se acumulan descomunales cantidades de material combustible, sumado a las malas conexiones eléctricas y al almacenamiento de materiales inflamables, como gas, convirtiéndolos en “una bomba de tiempo”, por lo que recomienda a los locatarios que creen un plan de emergencia.
En Antigua Guatemala, Sacatepéquez, la situación no es del todo alentadora, pues por un lado su belleza colonial sobresale, pero por otro hay un peligro latente, el mercado de la Pólvora, donde más de dos mil comerciantes se reúnen cada día para ofrecer sus productos a una cantidad superior de compradores.
En ese lugar, si bien es cierto, no se registran muchos conatos de incendio, los Bomberos Voluntarios aseguran que el riesgo es inminente.
“Afortunadamente no se registran muchos incendios en el mercado, pero para qué esperar que ocurra una tragedia para prepararse”,
Ejemplos a seguir
En la ciudad de Quetzaltenango, los Bomberos Voluntarios aseguran que la situación es diferente a lo que ocurre en gran parte del país, pues en todo Xela hay 63 hidrantes, los cuales les han sido de mucha utilidad en casos de incendios.
Carlos Roberto Juárez, de la quinta compañía de los Bomberos Voluntarios, señaló que en Xelajú funcionan unos seis mercados, y que los hidrantes están ubicados en puntos estratégicos que les permiten actuar en caso de emergencia.
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Edvin Villagrán, portavoz de los Bomberos Municipales, comentó que en la capital cuentan con el apoyo de la municipalidad, quien en caso de algún incendio en mercados les asigna camiones cisterna, con lo que trabajan sin mayores complicaciones.
Agregó que otro problema al que se enfrentan durante ese tipo de emergencias es el tráfico vehicular, por lo que se coordina con agentes de la Policía Municipal de Tránsito, para que faciliten el acceso de sus unidades.
Últimos incendios
- El 3 de julio último, el sector La Cebollera de La Terminal, Zona 4, fue afectado por un incendio que consumió al menos 30 locales.
- El 25 de marzo del 2014, al menos 600 locales del mercado la Terminal, zona 4, fueron consumidos por un incendio.
- El 31 de octubre del 2016, unos 25 locales del mercado La Terminal, zona 2 de Chimaltenango, fueron destruidos por un incendio causado por un corto circuito.
- El 31 de julio del 2015, un incendio consumió 11 locales comerciales en el centro histórico de Quetzaltenango, el cual dejó dos personas muertas y al menos Q25 millones en pérdidas. El siniestro habría sido causado por una fuga de gas.
- El 12 de septiembre del 2016, 150 locales del Mercado Municipal de Chichicastenango, Quiché, fueron arrasados por un incendio. Las pérdidas fueron millonarias y el daño al patrimonio del lugar incalculable, según los vecinos.
Recomendaciones de la Conred
Antes
- Revise periódicamente la instalación eléctrica.
- No sobrecargue los enchufes con demasiadas conexiones.
- En caso de fuga de gas no encienda ni apague luces y ventile el área.
- Procure contar con uno o más extinguidores en un lugar accesible. Asegúrese de saber cómo usarlos y verifique que funcionen correctamente.
Durante
- Conserve la calma y procure tranquilizar a sus familiares o compañeros de trabajo.
- Corte los suministros de energía eléctrica y de gas.
- No abra puertas ni ventanas, porque con el aire el fuego se extiende.
- En caso de evacuación, no corra, no grite, no empuje. No pierda el tiempo buscando objetos personales.
- Si hay gases y humo, desplácese de rodillas (gateando) y de ser posible tápese nariz y boca con un trapo húmedo.
- Si se incendia su ropa, no corra; tírese al piso y ruede lentamente, de ser necesario cúbrase con una manta para apagar el fuego.
Después
- Haga que un técnico revise las instalaciones eléctricas y de gas, antes de conectar nuevamente la corriente y de utilizar la estufa y el calentador.
- Deseche alimentos, bebidas o medicinas que hayan estado expuestas al calor, al humo o al tizne del fuego.
- No pase al área del siniestro hasta que las autoridades lo determinen.