Joven estudiante da ejemplo de lucha y superación   

Cuando el reloj marca las 17 horas, Gerson David Rivas Ramírez, de 14 años, cierra sus libros y prepara una canasta en la que ofrece alimentos en Olintepeque, Quetzaltenango, con el fin de contribuir a la economía del hogar y sufragar gastos para su educación.

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Gerson Rivas visita a uno de sus clientes en Olintepeque, Quetzaltenango, donde vende alimentos para el sustento de su hogar. (Foto Prensa Libre: Maria José Longo)
Gerson Rivas visita a uno de sus clientes en Olintepeque, Quetzaltenango, donde vende alimentos para el sustento de su hogar. (Foto Prensa Libre: Maria José Longo)

Rivas Ramírez, quien estudia segundo básico en un colegio de Xela, recorre por unas tres horas la colonia Llanos de la Cruz, en Olintepeque, donde de casa en casa ofrece rellenitos, empanadas, pupusas y otros alimentos que su madre prepara.

El adolescente indicó que las ganancias que obtiene de la venta de comida, sirven para sufragar  gastos del hogar y de su  educación.

El joven es el menor de cuatro hermanos, y dice admira a su mamá porque los ha sacado adelante, luego de que su padre muriera en un accidente de tránsito hace ocho años.

Mientras otros adolescentes de su edad ven televisión, juegan, utilizan redes sociales o acuden a fiestas, Rivas obtiene dinero de una manera honrada y digna; afirma que desde hace dos años se dedica a trabajar y que gracias a la venta de alimentos compró una cama, ropa y cubre otros gastos en el hogar.

“En nuestro país se puede salir adelante, pero se debe empezar por fomentar valores de como aprender a trabajar y a vivir por esfuerzo propio y no de los demás”, afirma el menor, quien lamenta el abandono de niños, pues indica que esa situación incide para que se involucren en actos delictivos.

Anhela una mejor Guatemala 

Los sueños del pequeño trabajador apuntan hacia un país desarrollado, en el que las personas tengan una buena educación y acceso a salud. Afirma que le molesta saber que  funcionarios públicos roban dinero.

“Las autoridades se roban el dinero y no es justo, pero hay que dejarlo en las manos de Dios. Dicen que mandan libros a las escuelas, pero no es cierto”, señaló Rivas.

La jornada laboral de Gerson termina a eso de las 20.30 horas cuando retorna a su hogar, luego termina sus tareas.

El joven comerciante comenta que se siente orgulloso de su trabajo y que no se avergüenza, pues para él la venta de comida es una labor digna. Resalta que sus clientes lo aconsejan y felicitan por su esfuerzo.

Entre los sueños de Rivas están estudiar una carrera y buscar un trabajo de administrador de empresas, posteriormente aspira a tener una casa y que su familia siempre esté unida.
 
“Gerson es muy joven y a pesar de su edad no le da vergüenza o pereza trabajar y estudiar. Seguramente será un hombre exitoso, pues en lugar de quejarse de lo que le hace falta ha decidido esforzase para conseguirlo” dijo Leticia Godínez, vecina que le ha comprado alimentos al menor.

El teléfono para contactarse con la familia de Gerson Rivas es  77670503, en el cual se puede coordinar cualquier tipo de ayuda.