COATEPEQUE – No se conoce con exactitud el número de cabreros, pero cada uno cubre diferentes sectores de la ciudad. Uno de ellos es Esteban Rojas, quien dijo que tiene clientes que a diario le compran leche, por lo que no puede darse el lujo de tomarse un día de descanso.
Añadió que el propósito de sacar al rebaño es porque los vecinos prefieren tomar leche caliente, recién ordeñada.
Nutritiva
Añadió que a sus clientes les gusta la leche de cabra porque es muy nutritiva.
Otro abastecedor es Teófilo Salvatierra, de 80 años, quien desde hace 30 recorre calles de Coatepeque para ofrecer el mismo producto.
Recordó que ha llegado a poseer hasta 130 animales. En la actualidad tiene 15 cabras, pero cuando sale a vender solo lleva cinco.
Salvatierra, jubilado, contó que trabajó en el Hospital Nacional de Coatepeque y que llevaba las cabras a su puesto de servicio para vender leche a sus compañeros de trabajo.