En entrevista con Prensa Libre, Morales habla de su obra y de su faceta como poeta.
¿Cuándo surge la inquietud de explorar el mundo de la literatura?
Tanto la lectura y la literatura como la escritura van casi unidas; de mi parte surge de las lecturas y de querer imitar esas lecturas hasta encontrar un estilo propio, influenciado por grandes personajes de la literatura. Es un proceso el empezar a escribir lo que uno piensa, siente y quiere decir, hasta encontrar una manera más formal de hacerlo.
¿Por qué se convierte en poeta?
Es por la necesidad de decir algo para mi momento histórico, social, político e incluso económico a nivel humano. Lo que vivimos surge de diferentes maneras, incluso puede ser una protesta.
¿Qué poetas o escritores lo han inspirado?
¡Uy!, con esto creo que voy a cometer el gran pecado de excluir a algunos, pero, por ejemplo, Constantino Cavafis, creo que es uno de los que me ha calado en lo profundo; Otto René Castillo, Manuel José Arce y Marguerite Yourcenar. Hablar de los poetas que me han inspirado es un tanto pobre, porque la poesía no se nutre solo de la poesía, se nutre también del teatro, de la danza, de la pintura, de la novela e incluso de los fenómenos sociales que suceden en nuestro país.
¿Cómo ve la poesía en el país actualmente?
Reconozco que hay muy buenos poetas, pero también, con mucho dolor, debo reconocer que hay algunos que se encargan únicamente de buscar formas nuevas sin nada de contenido, con temas que según ellos son los únicos que la juventud puede entender, mientras que yo creo que la gente joven tiene la capacidad de entender desde distintas perspectivas y enfocar de distintas formas las cosas.
¿Qué lo motivó a participar en los Juegos Florales?
Soy de Quetzaltenango y desde muy pequeño he estado en la velada de este certamen, que es uno de los más reconocidos a nivel internacional. Estar presente en las veladas, en los conversatorios literarios y saber que era un premio entregado en la tierra que me vio nacer me motivó; es la primera vez que participo, y ya ve la sorpresa, gané. Fue algo inesperado, no podría decir que escribí bajo encargo, pero sí escribí pensando en los Florales, pensando en que esta poesía la podrían leer muchos quetzaltecos.
¿Qué se siente ser el poeta más joven laureado en los Juegos Florales?
Es una enorme responsabilidad para con el mundo literario y con los adultos; es una reivindicación de la imagen que se tiene del joven, que se cree que es irresponsable, que no se preocupa por su momento, que hasta cuando sea grande se va a preocupar. Platicaba con la hermana de Werner Ovalle López, y ella me decía que seguramente él estaría entre celoso y feliz, porque el ganó los Juegos Florares por primera vez a los 20 años, y era la persona más joven que había ganado los Juegos Florales.|
¿Cuál es su mensaje para los jóvenes?
Es el momento de que nosotros tomemos nuestras propias decisiones y que a partir de ellas construyamos nuestro futuro y el de las generaciones que vienen. Esas decisiones solo se pueden tomar teniendo memoria histórica y siguiendo lo que nosotros creemos correcto ideológica y filosóficamente; de lo contrario, solo vamos a crear sociedades inseguras, con grandes problemas sociales como los que vivimos actualmente.