Es normal que María y José sean los nombres más repetidos en el país, pero las excepciones no son raras, como el caso de un niño que fue nombrado Patterson, en honor de un exportero altense (Fernando), de ese apellido.
Sofía Monterroso cuenta que hace dos años cuando dio luz a su hija, la bautizó Gabriela, por Gaby Moreno. “Mi hija nació en febrero del 2013, cuando todos estaban emocionados porque Ricardo Arjona daría un concierto. Mis hermanos viajaron a la capital para verlo. A mí me encanta la música de ella, así que acordamos con mi esposo ponerle su nombre”, contó.
Ana Lucía de García, madre de Ana Gabriel, relata que al escoger el nombre de su hija tenían varias opciones, pero querían que no fuera un nombre común, sino diferente. “Buscábamos uno que no fuera tan común, teníamos varias opciones y dentro de esas estaba Ana Gabriel. Me gusta como suena y me gusta la música de la cantante, pero principalmente buscamos en internet y no existía otra Ana Gabriel García, entonces decidimos que ese sería el nombre”.
Fernando Martínez, a quien le encanta el futbol, resaltó que tiene un hijo de 10 años. “Le puse Andrés por el exfutbolista italiano Cannavaro, y Marco por el holandés Van Basten”, indicó.
Razones
William Martínez, jubilado y quien trabajó 19 años en el Registro Civil (RC), relató que a los padres les gustan nombres extranjeros, aunque los niños no vayan a ser artistas o futbolistas, pero quieren que el nombre llame la atención.
Las cosas no han cambiado, según una fuente en el Registro Nacional de las Personas (Renap), este año muchos niños han sido inscritos como Bieber, Rocky, Jordan, Reily, Neymar, Cristiano, Ronaldo y Messi, y niñas como Britney, Whitney, Lindsay, Beyonce, Gaviota, Thalía y hasta de marcas comerciales, en el caso de Airlines.
La antropóloga Hilda Monzón explicó que los progenitores idealizan que sus hijos e hijas destaquen y triunfen, y por ello escogen nombres famosos.
Agregó que también influye la migración. “Cuando los padres están en el extranjero y nace el bebé, entonces el papá busca un nombre del país donde vive y como la mayoría va a Estados Unidos entonces tienen nombres en inglés”.
El sociólogo Luis Samayoa refirió que esto no es un fenómeno de Quetzaltenango ni de Guatemala, sino de todo el mundo.
Agregó que en Quetzaltenango las personas tienen admiración extrema por jugadores de futbol y por ese deporte, y quisieran que sus hijos fueran como estos, pero el nombre no determinará el futuro del niño.
Samayoa señala que el ser humano no vale por su nombre, sino por sus acciones. “No tiene sentido que me llame Benjamín Franklin, como el presidente y científico, y ser una persona corrompida”, expuso.
Sin embargo, la tendencia se mantiene, según una fuente del Renap, este año muchos niños han sido inscritos como Bieber, Rocky, Jordan, Reily, Neymar, Cristiano, Ronaldo y Messi, y niñas como Britney, Whitney, Lindsay, Beyonce, Gaviota, Thalía y hasta de marcas comerciales, como el caso de Airlines.
Santoral desplazado
La antropóloga Hilda Monzón comentó que desde hace más de 40 años, cuando se escogía en Quetzaltenango el nombre de los niños y niñas, se tomaban en cuenta aspectos religiosos como el santoral.
Todos los días tienen el nombre de un santo que está impreso en el calendario, entonces cuando un niño nacía se revisaba el calendario y se le colocaba el nombre de la advocación.
Ahora, las cosas cambiaron, se idealiza a un personaje y como los papás quieren que su hijo se parezca a esa persona destacada en el mundo deportivo o de la farándula, lo nombran igual.
Por este motivo, en las inscripciones del Renap abundan los nombres de Neymar, Cristiano Ronaldo, Messi y Thalía.