Poco desarrollo de madres afecta a niñas

Cientos de mujeres del área rural de varios municipios de Quetzaltenango afrontan muchas dificultades para desarrollarse personalmente, debido a la falta de educación, salud y trabajo.

Mujeres del área rural de Quetzaltenango afrontan serias dificultades para su  desarrollo.
Mujeres del área rural de Quetzaltenango afrontan serias dificultades para su desarrollo.

Algunos sectores señalan que es preocupante la carencia de apoyo de parte de las autoridades gubernamentales y municipales para las mujeres, ya que las secuelas de este daño repercute en las niñas, en quienes continúa este flagelo que se manifiesta en muchas formas como la maternidad infantil.

Rosa Colop, de la Defensoría de la Mujer Indígena, expuso que San Juan Ostuncalco, Cajolá, San Miguel Siguilá, Huitán, Cabricán y Sibilia reportan altos niveles de mujeres con poco desarrollo humano.

Agregó que en su infancia, las mujeres no logran tener educación formal, a temprana edad se casan y, para colmo de males, son víctimas de padres con problemas con el alcohol y sufren maltrato físico, por lo que consideran normal cuando el conviviente las maltrata, pero ese aspecto ha empezado a cambiar a paso lento gracias a las denuncias.

Colop refirió que el 80% de mujeres adultas del área rural de estos municipios no saben leer ni escribir y logran sobrevivir con unos Q100 a la semana.

Silvia Maldonado, de la Red de Mujeres Indígenas de Quetzaltenango, comentó que la mujer indígena del área rural siempre ha sido discriminada en el aspecto educativo, en la mayoría de casos por sus propios padres, y siempre las ponen a hacer oficios domésticos en la casa o a cuidar al hermano pequeño.

Maldonado aseguró que el Estado brinda muy poco apoyo a las mujeres y resaltó que en las oficinas municipales de la Mujer ha observado que el apoyo que se brinda está dirigido a quienes apoyaron en la campaña política, porque “solo en campaña toman en cuenta a las mujeres y después las olvidan”.

Extrema pobreza

Marta Vaíl Lucas, de 32 años, madre de cinco niños, originaria de Huitán,  quien vive en  extrema pobreza, añora conocer algunos destinos turísticos del país, pues nunca ha salido de ese municipio.

Asegura que  su padre no quiso que estudiara, porque siempre le decía que   ayudara a su madre en los oficios de la casa.

“Una vez le dije a mi papá que quería ir a estudiar, y por eso me pegó, y ahora no sé leer ni escribir”, dijo Lucas.

80% de mujeres adultas del área rural no sabe leer ni escribir.